Una pariente del Rabo de Gato entre las dunas fósiles de la Sierra Gelada

Las Dunas Colgadas de la Serra Gelada se originaron hace 100.000 años y sobre las arenas fosilizadas crecen decenas de plantas exclusivas. Hoy prestamos atención a la Sideritis chamaedrifolia, subespecie litoral, emparentada con un Rabo de Gato típico de los arenales situados entre Biar y Villena. Encontrarla es el objetivo de una marcha científica por la senda de la Salpa, entre Benidorm, Alfàs del Pi y Altea. Mirar el paisaje y entenderlo.

Los guías, o sherpas, suelen ofrecer un mar de facilidades a los planteamientos previos de un equipo de grabación audiovisual. Los recorridos, si hacemos caso a las indicaciones, siempre son cortos y los objetivos a cumplir vienen dados.

Ahora bien, cuando la cruda realidad se impone, la experiencia de campo de los guías se entesta contra las necesidades primarias de los comunicadores. Diferente es andar con las manos libres que pendientes de un trípode, una cámara o una bolsa de material técnico.

El camino de la Salpa, en el Parque Natural de la Serra Gelada, está catalogado como peligroso. Lo iremos comprobando durante el recorrido.


Las tripas de la Gelada

Iniciamos la marcha cuesta abajo. No en una pendiente suave, más bien es como un tobogán de piedra calcárea, casi vertical, que roba la respiración y deposita en la mente una gran inquietud. Sólo se puede andar por la senda por motivos científicos. De haber querido hacer una ruta excursionista-paisajística, no habríamos obtenido permiso para arrastrarnos por las tripas del Parque Natural, desde el Faro de l’Albir hasta las dunas fósiles.

El paraje es un lugar exclusivo, prohibido al acceso humano por tierra, mar y aire.

¿Qué le pasa a la Sideritis chamaedrifolia, subespecie litoral?

La misión consiste a acompañar a un grupo de investigadores de la Universitat d'Alacant en su recogida de muestras de la planta para analizarlas en el laboratorio.

La peculiaridad de la jornada es la presencia, entre los miembros de la comitiva, del Catedrático de Botánica, Benito Crespo. Él fue quien describió la subespecie litoral ahora hace veinte años.

El rabo de gato, como se la conoce popularmente, está emparentado, curiosamente, con la especie típica: la Sideritis chamaedrifolia (pura, sin subespecie) que en lugar de la brisa marina, prefiere el ambiente seco de los arenales de Biar y Villena.

¿Dos hermanas mal avenidas?

Sabemos que las dos plantas tienen diferencias morfológicas, de forma. La razón puede ser genética. Al menos es lo que indica un primer análisis de ADN obtenido a partir de tres muestras de rabo de gato. Las muestras eran antiguas y las conservaban en el herbario desde hace 20 años.

Para ratificar las conclusiones preliminares del estudio molecular, los científicos necesitan material fresco. Plantas reciente cosechadas para reducir al máximo el margen de error.

Sideritis litoral

¿Estará la Sideritis Chamaedrifolia, sub Litoral, donde se le espera?

Una aventura para serla, necesita emoción. Durante el último recuento de la población de la subespecie litoral, realizado por los técnicos del Departamento de Flora de la Consellería de Medio Ambiente en Alicante, se estimó una colonia de entre 12 y 15.000 ejemplares.

El problema, ahora, es que han pasado cuatro años. Tendremos que llegar a las dunas fósiles para saber que puede ocurrir con el trabajo de campo de los científicos.

Una maceta de arena de 100.000 años.

Al llegar a las dunas colgadas, besamos el suelo.

Los ojos de los científicos separan en micro segundos unas especies botánicas de otras. Las que son y las que parecen ser. La música vocal botánica suena más que las gaviotas, instaladas en orden sobre los aislados peñascos que rodean el corazón marino de la Sierra Helada..

Biscutella de la Marina. Enebro marino. Elliantemum arabinianum. Esteperola del Arabí. Corema album… Nombres deliciosos identificativos de las joyas botánicas del Parque Natural.


¿Dónde está la Sideritis?

Los botánicos buscan en ciegas todos los rincones.

Donde lo esperaban no está. La dispersión es general. También las caras de preocupación.

Finalmente, en una zona de gran belleza geológica y, como no, cinematográfica, aparece un grupito de treinta ejemplares. Están escondidos detrás de un conjunto de arcos de medio punto esculpidos por el viento. Para llegar, hay que cruzar un desierto de arena. Un paso adelante, medio hacia atrás y rozamos el habitáculo al aire libre donde se aloja el Rabo de Gato exclusivo del Parque Natural.

Los estragos de la sequía.

Los técnicos del Departamento de Conservación de Flora nos traen malas noticias. La observación in situ no pinta bien.

La abundante población de 2012 (recordamos, entre 12 y 15.000 ejemplares) se ha reducido drásticamente. La sequía ha hecho estragos y la mayoría de las plantas han muerto o están en proceso de secarse. La flora, en un porcentaje elevado incluida en el catálogo de flora amenazada valenciano, reclama un estudio riguroso sobre los efectos de la sequía en la comunidad vegetal de las Dunas Fósiles.

¿Una especie con identidad propia?

La tarea científica de la Universitat d'Alacant continuará en el laboratorio.

El análisis molecular de las muestras recogidas y meticulosamente guardadas en bolsas individuales (lo veréis en el vídeo) determinará el papel jugado por la genética a la hora de explicar por qué una especie de interior ha llegado a la orilla del mar para quedarse.

Tal vez, el cambio de formas entre las dos plantas y las diferentes necesidades ecológicas nos esté diciendo que estamos ante una especie con identidad propia. Tendremos que esperar a que la ciencia nos vuelva a sorprender.

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