La Pedrera de Godella, un cráter no volcánico
El naturalista de campo Rafael Escrig nos acompaña, junto a Fernando Bellón, en el recorrido de lo que podría ser una reserva natural, si alguien se responsabilizara de su cuidado. Mientras tanto, la Pedrera de Godella sobrevive en su gigantesco agujero, maldita y olvidada por las autoridades, y convertida en una escombrera.
Cientos de años sacando piedra de la misma cantera producen un cráter inmenso. La Pedrera de Godella, localidad situada al noroeste de la ciudad de Valencia, no se utiliza desde hace medio siglo. Su explotación más intensa empezó hace 500 años.“¿Cómo quinientos? Desde el paleolítico ya se supone que se explotaba esto. Y los romanos, evidentemente. Eso no son 500, son 2000 años. De aquí salieron las piedras para construir muchos de los edificios del centro histórico de Valencia, San Miguel de los Reyes y para la ampliación del Puerto de València” comenta el botánico Rafael Escrig
Escrig ha realizado un catálogo de urgencia en el que incluye unas cien especies de plantas, hierbas y arbustos. Pero estima que puede haber muchas más, lo que requiere un estudio más minucioso. “Tratándose de un lugar que nadie pisa, esto es un descampado total. Aquí hay especies autóctonas, mediterráneas. Y especies alóctonas, invasoras, que han venido de las urbanizaciones que tenemos alrededor. Y al cabo de los años se naturalizarán”.
El algarrobo, el pino y el olivo son las plantas mediterráneas de mayor porte en el lecho de la cantera. Pero también se encuentran plantas autoctonas como la coronilla de fraile Globularia alypum o la uña de gato Sedum sediforme.
Entre las plantas invasoras las hay curiosas, como el aromo Acacia farnesiana o el palo verde Parkinsonia culeata, que ha encontrado su terreno propicio para el crecimiento, árido y pedregoso, con una buena insolación.
La yuca es otra planta americana, traída acaso por los pájaros que vuelan en el entorno de la cantera y las urbanizaciones que la rodean.
¿Podría convertirse la Pedrera en un jardín botánico?
Para Rafael Escrig se ha creado un paisaje nuevo con gran valor cultural y patrimonial. “Lo ideal en este espacio sería dejarlo como está. La maravilla de estas paredes de roca. En una cantera se tiende a revertir el paisaje para que no se note que había una explotación. Sin embargo, en este caso yo creo que eso no sería lo apropiado. La belleza de esas piedras y la historia que están contando”
Un espacio artificialmente creado se ha llenado de plantas propias del terreno y exóticas, y atrae a una fauna que la ha transformado en su hábitat. La Pedrera de Godella es ya una reserva que merece y necesita protección, después de una limpieza intensiva y extensiva.
Rafael Escrig y Fernando Bellón