Un comedor escolar con cocina tradicional y productos de autor
Comer sano, ecológico y con mucha calidad es posible en la escuela con iniciativas como los comedores sostenibles de Cuinatur. La empresa, que abastece 18 centros educativos de Castellón y Valencia, incluye entre su oferta verduras de la huerta, carne de Morella o pescado fresco de la lonja de Vinaròs. El menú incluye el mismo queso Catí que ofrece entre sus platos un restaurante con una estrella Michelín.
Las barcas vuelven al puerto de Vinaròs tras un día de trabajo en el mar. Entre los distribuidores de pescado que las esperan en el puerto está Alejandro, que ha venido a buscar unas cajas de boquerón que formaran parte del menú de unos comedores escolares que suelen incluir pescado fresco. Alejandro Rodríguez es uno de los proveedores habituales de una empresa que ofrece productos de proximidad y ecológicos como materia prima de los platos que comen los pequeños a la escuela. Una filosofía que no encarece el precio del menú que ofrecen ya en 18 centros escolares públicos al precio habitual, según explica Fèlix Segarra, de Cuinatur: "El hecho de que trabajamos producto local, calidad, fresco, y ecológico no es un obstáculo en cuando a coste".
Una de las claves está en que los proveedores llevan directamente a la escuela sus productos, donde llegan cada semana carnes de Morella, verduras y frutas de la Huerta de Godella, pescado de la lonja de Vinaròs o . Con todos estos alimentos las cocinas de muchas escuelas vuelven a funcionar gracias al sistema que emplea Cuinatur, que evita los precocinados y las comidas recalentadas el microondas. María José Antonio Ruiz, que se encarga de las relaciones personales de Cuinatur, explica que están recuperando "una gastronomía tradicional, hacerla factible en las cocinas y que llegue a todos los niños que comen cada día en nuestros comedores."
Alejandro evidencia que "si tú los niños les das calidad ellos te guían. Un niño es sincero , no te dirá que no le gusta o que sí le gusta para quedar bien contigo como un adulto. Un niño te dirá lo que piensa y la sorpresa nuestra fue que funciona y bien." Samarucdigital ha probado de primera mano la calidad de un menú que incluía arroz con alubias y nabos, tortilla de espárragos y fruta del tiempo (todo de producción ecológica). Entre los platos hay crema de calabaza. Olleta de garbanzos y arroz integral, suquet de pescado, lentejas con arroz y cardos y postres como yogur de leche de oveja con miel ecológica y un largo etcétera de suculentos manjares.
Un menú de estrella Michelín
El queso de Catí es uno de los productos habituales en los menús escolares de Cuinatur, que también forma parte de la carta del , del Vall d’Alba en Castellón, un local distinguido con una estrella Michelín. Miguel Barrera chef y creador del restaurante, prepara una crema de queso de oveja de Catí con boquerón de lonja, remolacha y almendra, que unen sabores de la montaña y el mar que nacen y viven muy cerca de aquí, un objetivo común en la cocina de Cuinatur como evidencia Barrera "es comida equilibrada y producto de proximidad ayuda también a darle valor al que está al lado".
La nutricionista Rosa Matoses explica que "nos adaptamos a los productos de temporada, por ello hay una previsión y contacto con el proveedor porque además estamos hablando de productos ecológicos que desde el punto de vista nutricional tienen un aporte mayor de nutrientes y minerales". Alicia Fermosell, La directora del de Albocàsser -uno de los primeros centros en incluir la propuesta de Cuinatur en el comedor-, evidencia que la educación alimentaria es un pilar de la salud "la alimentación es muy importante para los niños. Es importante que aprendan a cuidarse, que sepan lo que será bueno para ellos ".
Venimos de la tierra
Además de ofrecer una alimentación saludable el proyecto Cuinatur contribuye con desarrollo rural, ayudando al mantenimiento de puestos de trabajo en zonas de interior gravemente afectadas por el despoblamiento y la crisis. Como explica el ganadero y concejal de Morella Rafael Pallarés "este proyecto es nuestro futuro, tenemos que aprender, en una sociedad que cada vez es más urbana, que venimos de la tierra y que la forma de mantenerla es hacer que algo bueno como esto sea rentable, consumir cosas sanas de los espacios rurales ". Pallarés es miembro de que reúne 80 socios entre ganaderos, productores y vendedores de la comarca de Els Ports.
También es el caso de la marca de Torre d'En Besora, en el Alt Maestrat, una empresa familiar que produce quesos, yogures, cuajada y otros derivados de la leche de oveja. Pedro Escrich con apenas 30 años de edad es uno de los jóvenes socios de la empresa, hace tiempo decidió que quería quedarse a trabajar en su pueblo, donde sólo viven 150 habitantes la mayor parte jubilados, y lo ha conseguido manteniendo la tradición familiar. Son pequeñas historias unidas a un gran proyecto de cocina sostenible en la escuela ilustrado por los vídeos elaborados per que acompañan el presente texto.