Recuperar las playas naturales para proteger al chorlitejo patinegro.

Hemos acompañado el equipo de SEO/BirdLife y Itinerantur a una jornada de renaturalización de la Playa del Serradal, microrreserva de flora y hábitat del chorlitejo patinegro (Charadius Alexandrinus). Nos explican cuál es procedimiento a seguir para devolver las playas en su estado natural y hacer compatibles los usos públicos con la conservación.

Las playas y las dunas se configuran como uno de los ecosistemas más valiosos para la conservación de la biodiversidad en la región mediterránea, gracias a la inmensa variedad de especies que acogen. Desgraciadamente, estos espacios han sido uno de los entornos más alterados y degradados a lo largo del último siglo. Las mayores amenazas a que se ha enfrentado el litoral y sus hábitats han sido el desarrollo urbanístico, ligado a un intenso uso público del suelo, la presencia abundante de especies exóticas invasoras, la presencia de plásticos y otros residuos sólidos urbanos y la misma limpieza de playas, que deja una superficie desprovista de elementos orgánicos sobre los cuales se establecen una serie de comunidades de flora y fauna, en muchos casos endémica y en peligro de extinción.

Si a todos estos factores se añade el desconocimiento por buena parte de la sociedad del papel que las playas ostentan como preservadoras de la biodiversidad, las consecuencias se traducen en una progresiva pérdida de la vida natural y el aumento del riesgo de desaparición de las especies más vulnerables.

La reducción de poblaciones del chorlitejo patinegro en el territorio valenciano, ejemplo paradigmático de los efectos de la desnaturalización del litoral.

La reducción del 70% de poblaciones del chorlitejo patinegro en el territorio Valenciano a lo largo de los últimos 30 años, es un ejemplo paradigmático de los efectos de la desnaturalización de los hábitats litorales. Esta pequeña ave limícola, que aprovecha la vegetación dunar para establecer sus nidos y se nutre de insectos, crustáceos y moluscos capturados al lado del mar, ha visto comprometida su supervivencia a causa de la menor disponibilidad de alimento, la exposición al ataque de predadores y la fuerte presencia humana.


A pesar de la descripción de este panorama poco esperanzador causado por la acción antrópica, hay que destacar que la misma mano humana también tiene la capacidad de restablecer el equilibrio entre los elementos que hacen posible la recuperación de esta especie emblemática, utilizada como paraguas para la conservación de los hábitats litorales.


Sumando esfuerzos para renaturalizar las playas de nuestro litoral.

La playa del Serradal de Castelló de la Plana, ubicada entre la desembocadura del Riu Sec y el término de Benicasim, es uno de los escenarios donde se ha llevado a cabo un innovador proyecto de renaturalización de playas urbanas y de baja naturalidad, destinado a recuperar las poblaciones pequeñas o extintas del chorlitejo patinegro. Esta experiencia pionera, arranque por SEO/BirdLife, obtuvo excelentes resultados a su fase piloto, ejecutada en el Parque Natural de la Albufera en 2020, y esto ha hecho posible que se haya replicado el modelo de actuación a otros entornos de Castelló y València.


Las diversas tareas destinadas a conseguir la restauración del paraje litoral, han sido coordinadas por el personal de Itinerantur y SEO/BirdLife -entidades referentes al ámbito conservacionista -y han contado con la participación de un nutrido grupo de voluntarios y voluntarias ambientales. Además, la actividad ha marcado el pistoletazo de salida del ciclo "Celebrem amb la Natura", campaña impulsada por la Concejalía de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló, que conmemora la celebración de días señalados al calendario medioambiental global, con el objetivo de poner en valor el patrimonio natural, fomentar el ocio y el turismo sostenibles e invitar al descubrimiento de espacios emblemáticos de la ciudad, mediante la realización de varios talleres y rutas dirigidas a un público de todas las edades.

Los resultados inmediatos se han hecho visibles pocas horas después de haber comenzado la jornada: la retirada de basura y limpieza de microplásticos, la plantación de especies de vegetación dunar autóctona y la colocación de elementos informativos para delimitar las áreas de microrreserva de flora y concienciar a la ciudadanía del valor de estos ecosistemas, han propiciado una mejora tangible del entorno. Los resultados a largo plazo se orientan hacia una conciliación más eficiente de los usos de la playa, demostrando así que la existencia de los espacios destinados al finalidades recreativas, es perfectamente compatible con la preservación de las zonas protegidas, santuarios naturales imprescindibles para especies tan emblemáticas como el Chorlitejo Patinegro.

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