Los humedales son espacios privilegiados para la conservación, protección, estudio y observación de aves. Las 21.000 ha de la Albufera de Valencia cuentan con una gran diversidad de hábitats y vegetación, y están ubicadas en la confluencia de las principales rutas migratorias de aves entre Europa y África, lo que hace que su cuidado y preservación sean fundamentales en el ámbito conservacionista europeo. Tanto es así que pertenece a la Red Natura 2000, la red de espacios más relevantes para la conservación de la biodiversidad en Europa., al haber sido declarada como "Zona de especial protección de las Aves" (ZEPA) en 1990 y seleccionado como "Lugar de Importancia Comunitaria" (LIC) desde 2006. Además, algunas partes de su ámbito han sido también declaradas como "Microrreserva de Flora" y como "Reserva de Fauna". 

La Comunidad Valenciana cuenta con una gran cantidad humedales, siete de los cuales están inscritas en el Convenio de Ramsar. A nivel comunitario nueve de ellos pertenecen a la Red Natura 200 protegidos como ZEPA y otras zonas como LIC.

A lo largo del año se pueden observar en la Albufera unas 300 especies de aves.

La guía o miniguía, como la llama Mario Giménez, delegado de Seo/BirdLife en la Comunidad Valenciana, tiene el objetivo de “acercar a los usuarios y visitantes de la Albufera su riqueza ornitológica de una manera visual y sintética con ilustraciones de alta calidad” elaboradas por Juan Varela. 

Una guía fundamental para los que quieran iniciarse en la ornitología. Recoge las 100 especies más significativas de los distintos ambientes de la Albufera (marjal, lago, bosque de la Devesa del Saler, dunas, litoral, huerta y arrozales) para que un observador no experimentado pueda identificarlas. Informa, además, de las zonas preparadas para la observación de avifauna y las zonas de información dentro del parque.  

                     Portada de la guía de Aves de La Albufera con foto de Pablo Vera

La guía pretende también dar a conocer con mayor profundidad la Albufera de València, “así como el resto de su biodiversidad, las presiones y amenazas que sufren ellas y los ecosistemas que habitan. El lector queda invitado a reflexionar sobre la importancia de proteger y conservar el patrimonio natural de un humedad tan frágil y valioso como es la Albufera” ha señalado Mario Giménez.

Proteger la Albufera 

La mayoría de los humedales, son espacios altamente antropizados. De las 13.000 ha que tenía el lago hace tres siglos ahora sólo cuenta con aproximadamente 3000 ha, el resto ha sido ganado por el hombre para su explotación, principalmente agrícola: los arrozales. 

La sobreexplotación industrial y agrícola del humedal provocó que muriera la vegetación subacuática en la década de los 70 y que el agua presentara un pésimo estado de conservación. Mario Giménez resalta el valor de algunas especies de aves como muy buenas indicadoras del estado ecológico del agua y son “precisamente estas especies las que nos tienen que ir diciendo si conseguimos ir recuperando para volver a ese estado de buena conservación del agua”

El lago, según Paloma Mateache directora del Parque Natural de l'Albufera de València, está sufriendo un proceso de mejora “que ha llevado incluso a que se desarrollen macrófitos acuáticos”. Para mejorar el estado del agua hay que conseguir controlar la clorofila de las aguas con más aportaciones hídricas de mayor calidad y gestionar un cultivo responsable del arroz.

La directora del Parque pone en valor la buena gestión de las zonas de reserva como el Racó de l’Olla y los tancats de Milia, L’Illa y la Pipa con sus filtros verdes. Más espacios como estos redundarían en una mejora ecológica del humedal.

Acuerdos entre agricultores y asociaciones conservacionistas como Assut y Seo/BirdLife para gestionar campos fallidos de arroz para proporcionar hábitat adecuado a las aves migratorias, son ejemplo de buenas iniciativas que redundan en beneficio de todos para poder seguir disfrutando del espectáculo de las aves en la Albufera y buenas paellas.