Podridas antes de que frescas

Los animales prefieren comer la fruta cuanto más podrida, mejor. Este es el resultado de un estudio realizado por investigadores valencianos en colaboración con la Universidad de Lisboa.

Los investigadores del Instituto de Biología Molecular (IBMCP) de la Universidad Politécnica de Valencia-CSIC, han constatado que aves y mamíferos frugívoros (que se alimentan de fruta) eligen antes las piezas podridas que las intactos. El resultado contradice la teoría del reputado ecólogo norteamericano, Daniel Janzen, Premio Mundial de Ciencias Albert Einstein y aporta luz sobre otras ideas, que se han mantenido durante décadas, acerca del «conflicto evolutivo» de las plantas a la hora de atraer animales que dispersan sus semillas y cómo se defienden de hongos y microorganismos.

Foto cedida por Josep Enric Peris del equipo investigador

El estudio se ha hecho en dos ambientes muy diferentes: el mediterráneo, en parcelas del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) en Sagunto, Bétera y Moncada, y por otro, el tropical, en el municipio de Mata, en el estado de Sao Paulo (Brasil). El trabajo ha durado tres años y ha consistido en hacer seguimiento de aves y mamíferos en campos denaranjas observando las huellas y otras señales de la forma de comer de los animales.

Josep Enric Peris, ingeniero forestal y miembro del equipo investigador, explica que se han montado diferentes puntos de seguimiento en campos de naranjos “las naranjas se colocaban sobre areneros”, lo que ha permitido observar las huellas. El equipo ha identificado hasta 15 animales diferentes en el área mediterránea como jabalíes, conejos, mirlo, ratón, gorrión o lirón careto, este último en peligro de extinción. Mientras que en la zona tropical se han encontrado con coatí, la paca común y también jabalíes.

Foto cedida por Josep Enric Peris del equipo investigador

Todos estos animales han elegido consumir las naranjas infectadas con el hongo Penicilium digitatum, conocido como hongo verde. Los expertos sugieren que podría ser porque el hongo que infecta la naranja dispara las emisiones de más de 80 compuestos orgánicos volátiles diferentes que atraen a los frugívoros. Además, reblandece la piel facilitando el consumo en pequeños mamíferos y aves. También señalan que los animales podrían utilizar las naranjas podridas con el hongo como fármaco natural por sus propiedades medicinales.

Los resultados de la investigación permiten avanzar en el conocimiento ecológico de la comunicación entre plantas, microorganismos y animales. Se trata, como explica Josep Enric Peris, de una relación «donde todos ganan»: por un lado la planta dispersa las semillas lejos de la planta madre, los animales se alimentan y se protegen de las enfermedades, y los microorganismos viajan más allá de la colonia original.

El resultado de este trabajo de investigación ha sido publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature. El IBM se dedica a estudiar la biotecnología de cítricos para determinar la resistencia a plagas o para mejorar su contenido nutricional.

Etiquetas