Obsolescencia programada, cuando reparar está en peligro de extinción
¿Por qué las cosas duran menos que antes? El programa 89 de Samarucdigital analiza la estrategia de acortar el ciclo de vida de los productos como base del consumismo
A La Carta À Punt Mèdia
La obsolescencia programada, o planificada, no es un chip maligno que induce el coma en la impresora. Es el símbolo de la sociedad de la usar y tirar, de las montañas de basura, a miles de kilómetros y fuera de nuestra vista, los vertederos de objetos que no tuvieron la oportunidad de una segunda vida. Detrás de la obsolescencia programada están las estrategias del mercado para vender más. Pero, también están nuestras ganas, como consumidores, de comprar el móvil más avanzado del mercado.
En 2025 se estima que se generarán borde 54 millones de toneladas de desechos electrónicos, una cantidad que podría llenar el barrio de Manhattan en Nueva York. Buena parte de los teléfonos, ordenadores y electrodomésticos que no reparamos van a parar en países como Ghana o Pakistán, muchos de ellos en envíos ilegales. Todo porque en el mundo rico vemos como un derecho echar un objeto que no funciona.
Nuevo, mejor y antes de lo necesario
A veces, el hecho de que las fábricas hagan más concesiones al diseño, nos pone difícil la reparación en caso de que el producto falle. Reparar es tan complejo y costoso que resulta más rentable volver a comprar. Ya se sabe, un artículo que no se desgasta significa una tragedia para los negocios. La obsolescencia programada, por mucho que suene a nuevo, tiene casi un siglo. La expresión la popularizó el diseñador industrial Brooks Stevens, que no escondía que detrás del concepto está el objetivo “de instalar en el comprador el deseo de poseer una cosa un poco más nueva, un poco mejor y un poco antes del necesario”.
La obsolescencia programada es tan fácil de producir tecnológicamente como fabricar un reloj. Pero no toda obsolescencia es programada, avisa Ximo Cerdá, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universdad Politécnica de València.
48,5 millones de toneladas de residuos
Una de las imágenes más sobrecogedoras de vertederos en el planeta corresponde a la de las montañas de chatarra de tabletas, ordenadores y teléfonos. En 2018, el mundo generó 48,5 millones de toneladas de desechos electrónicos, el 20% de las cuales solo se reciclan, y pueden representar hasta el 70% de los residuos peligrosos que acaban en los vertederos, según los datos de Naciones Unidas.
El impacto ambiental de todas estas cifras es tan lamentable como incuestionable. Tanto es así que sin obsolescencia programada desaparecerían los vertederos, sostiene María Vicente, economista ambiental y coordinadora de Ecologistas en Acción del País Valenciano.
Pau Bernad, Kritin Suleng, María Vicente y Batiste Miguel.
Francia, la excepción europea
¿Hay forma de poner límite a las técnicas para reducir de forma deliberada la vida útil de un aparato porque compramos un de nuevo? En el panorama comunitario, la Comisión Europea está aprobando iniciativas encaminadas al pacto verde. El pasado octubre, Bruselas anunció nuevas normas para favorecer el alargamiento de la vida útil de los electrodomésticos. Normas nuevas para imponer obligaciones nuevas, como que las piezas de repuesto de las neveras tendrán que estar disponibles un mínimo de siete años después de que el consumidor compre el aparato y diez años en el caso de lavadoras y lavaplatos. La propuesta entrará en vigor el 2021.
De momento, Francia es el único país europeo que prohíbe la obsolescencia programada y condena los fabricantes que vullguen eludir la prohibición a una pena de dos años de prisión y una multa de 300.000 euros, que puede subir hasta el 5% de la facturación mediana anual de los tres últimos ejercicios. La organización FACUA-Consumidores en Acción hace cinco años que pide una normativa pareguda en el estado español. Hasta ahora, solo podemos hablar de un propuesta de ley en Extremadura en enero de 2019, y una iniciativa del grupo Compromís en octubre de 2018 que finalmente fue retirada para evitar el enfrentamiento con la patronal, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), voz crítica con la propuesta. De leyes y consumo hablamos con Pau Bernad, delegado en la Comunidad Valenciana de FACUA.
Alargascencia, una alternativa
Hacerle frente a la obsolescencia es posible. Un ejemplo es la campaña de Amigos de la Tierra. Nos lo explica Cristina Alonso Saavedra, responsable de recursos naturales y residuos de esta organización ecologista.
En la Comunidad Valenciana, la ONG Telecomunicaciones Solidarias (TeSo) ha sido la responsable de dar una segunda vida a dos mil equipos informáticos en los últimos dieciocho años. La organización nació como respuesta al hecho de que muchas empresas se deshacen de los ordenadores cuando todavía pueden ser útiles. Pero combatir el ritmo frenético que impone la tecnología no es fácil. Nos lo explica Salva Contell, voluntario y vocal de la junta directiva de esta organización, que pretende divulgar las nuevas herramientas tecnológicas y promover el voluntariado y el uso racional de las nuevas tecnologías.
El So de la Natura: Los flamencos
“Les encanta estar muy juntos, a miles, pero eso sí, sin llegar a tocarse. En esta época pasan horas y horas girando el cuello a derecha e izquierda mientras gritan todos a la vez. Extrañas costumbres de un extraño animal”, relata Batiste Miguel. El flamenco protagoniza la nueva entrega del So de la Natura.
Finestra del Samaruc: Xavi Calvo - Valencia, referencia del eco
“El consumismo nos aboca a no reutilizar, tenemos que repensar nuestro modelo productivo”, señala el diseñador Xavi Calvo, director general de Valencia 2022, Capital Mundial del Diseño, en la Finestra del Samaruc. Calvo nos avanza los objetivos de este proyecto basado en modelos más sostenibles, y describe cómo València se prepara para el futuro del ecodiseño en respuesta a las demandas de la economía circular.
Biblioteca Verda: Jordi Sabaté - El libro negro del consumo
El periodista y escritor especializado en el mundo del consumo y el bienestar, Jordi Sabaté, presenta en la Biblioteca Verda su obra, El libro negro del consumo, donde denuncia las principales estafas y engaños que sufrimos los consumidores en España, con el objetivo de mostrar que, en muchas ocasiones, nuestras decisiones no son libres, sino que se encuentran condicionadas por muchos intereses.