Con la fiesta de las Fallas, muchos pueblos de nuestra geografía contaminarán mucho, quemando mucha sustancia plástica, lo que aumentará el número de partículas contaminantes en la atmósfera. Pero en Samarucdigital queremos hacer hincapié en lo contrario. Cada vez más fallas se plantean trabajar mirando por el medio ambiente.

Las Fallas son también una ocasión para sensibilizar sobre nuestros ecosistemas. Es el caso de la falla grande de San Vicente de Paúl-Diputada Clara Campoamor, en el barrio de Orriols, a cargo del diseñador Ricardo Alcaide. El monumento lleva por título la cifra 500, en referencia a los años que tarda en descomponerse el plástico. 

Xaloc, la ONG dedicada al estudio y la conservación del mar, ha colaborado con esta falla que reivindica los océanos limpios. “Las Fallas tienen que ser social y ambientalmente diferentes. La falla Diputada es un ejemplo de pensar no solo en la fiesta, sino en cuestiones sociales como la igualdad de la mujer y los ecosistemas. La falla de este año es una oportunidad de transmitir el mensaje ambiental y una muestra de que las Fallas tienen que ser cada vez más respetuosas con el medio ambiente”, celebra el biólogo Carles Gago, miembro fundador de Xaloc y coautor del original llibret de la comisión de Orriols

Pero la falla Diputada no solo atiende a los plásticos que dañan la biodiversidad de los océanos. La Albufera de València és también protagonista, a través del monumento infantil creado por el artista Ramón Solaz, una obra que pretende concienciar sobre la necesidad de conservar el humedal más emblemático de nuestro territorio y acabar con el problema de la contaminación de sus aguas.

Nuevos materiales: la paja del arroz

Además de las nuevas temáticas, el futuro de la fiesta pasa por la apuesta de nuevos materiales. Desde 2010, un grupo interdisciplinar de profesores e investigadores de la Universidad Politècnica de Valencia, formado por Rubén Tortosa, del Departamento de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes; Miguel Sánchez, del Departamento de Informática de Sistemas y Computadoras y de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática; José Ramón Albiol, del departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Escuela de Ingeniería de Edificación; y Xavier Mas, del departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales; investiga un curioso material biodegradable para dar forma a los ninots de las Fallas: la paja del arroz procedente de los campos del Parque Natural de la Albufera.

Foto de Grupo: Xavi Mas, Miguel Sánchez, Rubén Tortosa y José Ramón Albiol

Conseguir que la paja del arroz se transforme en un ninot implica pasar un proceso complejo, que los investigadores de la Politècnica tratan de ir mejorando. Así nos lo describe Rubén Tortosa, que nos explica, además, qué puntos fundamentales trata de responder su línea de investigación. Además de la quema, ¿qué ventajas representa la utilización de la paja del arroz? De esto nos habla Miguel Sánchez, miembro del equipo investigador, que también aclara por qué, a pesar de empezar la investigación hace borde diez años, todavía no es posible ver en la calle un monumento fallero hecho entero de paja de arroz.