Las rapaces que vuelven a casa

De especies perseguidas a símbolo de la conservación. El programa 82 de Samarucdigital analiza los trabajos de recuperación de las rapaces en el territorio valenciano

A La Carta À Punt Mèdia

Hacer posible que especies desaparecidas vuelvan a sus espacios de vida es un reto tan fascinante como difícil. Es el caso de las aves rapaces, que han vivido una verdadera transición. De ser perseguidas y envenenadas como “alimañas” durante la dictadura franquista, estas aves de mirada penetrante representan hoy el símbolo de la lucha por la conservación. Así lo demuestran las acciones, a lo largo de nuestro territorio, encaminadas para que especies emblemáticas, como por ejemplo el quebrantahuesos, el águila pescadora o el cernícalo primilla, surquen de nuevo nuestro cielo.

Son trabajos, los de la recuperación y reintroducción de especies, que representan también lo mejor de la naturaleza humana. Recuperar la riqueza biológica perdida --no lo olvidemos, a causa de nuestras acciones-- anima la colaboración entre territorios para facilitar los corredores biológicos y que estos antiguos habitantes vuelven a casa.

 Cernícalo primilla

Hablamos de la reconquista del cielo a cargo de unas aves enigmáticas. Las rapaces vuelven a volar en la nueva entrega de Samarucdigital, en la que también prestaremos atención a las acciones para que el territorio valenciano se convierta en el epicentro de la recuperación de fauna en el Mediterráneo.

De la persecución a la protección

La elegancia en el vuelo, el poder de las arpas y una precisión implacable en la caza hacen de las águilas las reinas de las rapaces. Desde el Extremo Oriente hasta Europa, el águila es el animal asociado a los dioses del poder y de la guerra. Pero no siempre han despertado respeto y admiración.

Todos hemos visto que algunos grupos vuelven a sacar la bandera del águila de San Juan, símbolo del escudo de los Reyes Católicos que el franquismo recuperó. Aquel régimen, precisamente, representó un periodo especialmente siniestro para la conservación. En aquellos años, las autoridades crearon una nueva clasificación biológica sin otro tipo de criterio que dividir los animales salvajes en dos grandes grupos: los que matamos nosotros, como por ejemplo conejos, perdices, patos o palomas; y los que nos mata la naturaleza: águilas, linces, lobos o nutrias. En cuanto al segundo grupo, en agosto de 1953 entró en vigor la tristemente famosa "Ley de alimañas", una estrategia del Ministerio de Agricultura para proteger la "riqueza cinegética" y eliminar a nuestros competidores.

En poco más de cinco años, se exterminaron más de medio millón de animales, entre ellos 5.000 águilas, 6.000 halcones y 1.000 buitres. No es exagerado afirmar que las tareas de persecución y exterminio estuvieron a punto de acabar con buena parte de la fauna ibérica, y algunas especies se situaron al borde de la extinción. Un hecho que habría sucedido si no fuera por el papel de una figura fundamental para la conservación en España, el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, quien no solo consiguió que los animales considerados alimañas dejaran de ser masacrados, sino que empezaran a ser reconocidos como especies protegidas, custodiadas y amparadas por la ley.

El reto de paliar las amenazas

En la actualidad, afortunadamente, las aves rapaces disfrutan de esa protección heredera de Rodríguez de la Fuente a través de los numerosos trabajos de recuperación y reintroducción en nuestro territorio. De todo esto, hablamos con dos voces que conocen muy bien el mundo de las rapaces. Ellos son Juan Antonio Gómez, director del Centro de Recuperación de Fauna “La Granja” del Saler, centro muy implicado en la recuperación de especies como el xoriguer pequeño, y la ambientóloga Itziar Colodro, que trabaja como cuidadora infatigable de las aves de rapiña en el proyecto para devolver el águila pescadora a los Parques Naturales del Montgó y el Marjal de Pego.

 Itziar Colodro y Juan Antonio Gómez

A pesar de los avances en la recuperación de las rapaces, desgraciadamente, estos pájaros todavía lo tienen muy difícil a la hora de asentar sus poblaciones. Un ejemplo es lo del cernícalo primilla. Entre los últimos trabajos de conservación de esta ave de rapiña, destaca la suelta de 40 crías a la zona de la Mariola, el verano pasado, después de desaparecer completamente a las postrimerías del siglo pasado. Las aves, liberadas en la Vall de Polop, proceden del Centro de Recuperación de Fauna del Saler. El cernícalo primilla es la rapaz más pequeña de Europa, y depende mucho del ecosistema que generan los campos de cereales. Así, la reconversión de la agricultura y los cambios de usos en el territorio han jugado en contra de la especie.



Un indicador biológico de los ecosistemas

Otro caso que destacamos en Samarucdigital dedicado a la recuperación de las aves rapaces es el águila perdicera. A pesar de ser la más ágil entre las grandes águilas, se enumera en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en la categoría de casi amenazada a escala mundial y europea. Según las estimaciones, de las 1000 parejas reproductoras que hay a Europa, 800 se encuentran en España, incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como vulnerable. Esta especie, incluso, se ha extinguido en algunas zonas como por ejemplo Mallorca y la zona norte de la península.

 Àguila perdicera. 

Uno de los grandes expertos del águila perdicera es Pascual López. Pascual trabaja como profesor de Ecología en la Universitat de València y como investigador del Grupo de Vertebrados Terrestres del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBiBE-UV). Estudia esta rapaz desde hace 20 años, desde el ámbito de la ecología del movimiento. Pascual es pionero en aplicación de los datos masivos o big data registradas por las tecnologías de rastreo GPS / GSM de alta resolución. López nos explica por qué es importante trabajar en una especie como el águila perdicera y que la hace tan especial.

So Natura 82: El águila real

En la Antigüedad, era el símbolo del valor y el poder por su fuerza y tamaño, unas calidades que la convirtieron, en la mitología griega y romana, en la representación de Zeus o Júpiter, el rey de los dioses. Hablamos de la enigmática águila real. Es, además, la protagonista del So de la Natura.


“Desde arriba, bien arriba, su majestad el águila real domina el ecosistema; nosotros, desde bajo, apegados en tierra, no podemos más que admirar su dominio del aire. Larga vida a la reina”, relata Batiste Miguel.

Finestra del Samaruc 82: Javier Martínez Valle. Columbretes

Abre la Finestra del Samaruc el naturalista y artista plástico, Javier Martínez Valle. Entre sus numerosos trabajos en contacto con la naturaleza, también se encuenta el de haber sido guarda durante cinco años del paraje al cual nos acerca a través de un relato de su cuaderno de campo. Visitamos con él las Columbretes.


Biblioteca Verda 82: “Els nostres veïns submarins”, Laia Fontana

Uno de los lugares elegidos para reintroducir el águila pescadora en nuestro territorio corresponde en Xàbia. En este municipio de la Marina Alta, la Fundación Cirne acoge, hasta finales de año, la exposición ‘Nuestros vecinos submarinos. Bestiario contemporáneo del Mediterráneo’. La muestra, que combina imágenes de gran calidad de la vida marina con poesía científica, es fruto del libro editado el 2016 por Edicions 96. Escuchamos en la Biblioteca Verda la bióloga y poetisa, Laia Fontana, coautora de los textos que componen este bestiario submarino junto con Alicia Borque, Romana Capaccioni y Joan J. Soto.


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