La desembocadura del Millars parada i fonda pera a miles de aves migratorias

Las especies paseriformes que viajan hacia África utilizan el espacio protegido como importante zona húmeda para alimentarse y coger fuerzas. Se ha detectado un descenso alarmante de una especie antes abundante como es la lavandera boyera.

Un año más el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares acoge a miles de pequeñas aves migratorias en su periplo post nupcial hacia tierras africanas. Es el caso de las golondrinas comunes, los aviones zapadores, los carriceros comunes, los ruiseñores bastardos y los ruiseñores pechiazules de entre otras especies. Muchas parejas y su descendencia que han criado en España y algunos países europeos inician durante el mes de septiembre y primeras semanas de octubre un largo viaje de miles de kilómetros hacia el continente africano. Estas especies vuelan desde el norte hacia el sur utilizando las zonas húmedas que van encontrando a lo largo de la costa mediterránea.

En la provincia de Castellón destacan principalmente el parque natural del Prat de Cabanes y Torreblanca, la marjal de Almenara y el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares. "Las aves migratorias están en desplazamiento de norte a sur. Bajan por el litoral mediterráneo, van ocupando zonas húmedas y crean dormideros. Estas aves permanecen más o menos días en esos dormideros en función de la disponibilidad de comida, es decir, de la presencia o ausencia de insectos", afirma el director del Grup Au de Ornitología de Castellón, Joan Castany. Este es el ejemplo de las golondrinas comunes. Todos los años bandos de unos 500 individuos duermen diariamente a les Goles del Mijares durante el periodo de la migración. "Las golondrinas comunes van bajando de dormidero en dormidero o de zona húmeda en zona húmeda hacia el sur. En función de la cantidad de comida que encuentran están unos pocos días o se van hacia otro dormidero", continúa explicando Castany. A estas alturas del otoño las golondrinas comunes han dejado de utilizar la desembocadura del Mijares como parada y fonda. En la actualidad son otras pequeñas aves las protagonistas de la migración como es el caso de la carricero común y el ruiseñor bastardo.

La alarmante desaparición de la lavandera boyera

Los grupos conservacionistas dedicados al estudio y seguimiento de las aves paseriformes utilizan espacios como la desembocadura del río Mijares para desarrollar sus investigaciones. Este es el ejemplo del Grup Au de Ornitología de Castellón que anilla en les Goles desde el año 1994. Este año han detectado un descenso alarmante de una especie antes abundante como es la lavandera boyera. "Hemos detectado un descenso brutal para la lavandera boyera. Esta no sólo se ha detectado en la desembocadura del Mijares sino también en otros lugares. La especie por el motivo que sea le ha ido mal durante la cría. El Grup Au en el Mijares ha censado grandes bandos de entre 400 y 500 individuos en años anteriores pero este año la ausencia es muy preocupante. Es un animal ligado a la ganadería, en castellano se conoce como lavandera boyera, un apelativo que le viene de los toros y bueyes y precisamente ahora estos rebaños son cada vez más escasos", afirma con preocupación el director del Grup Au. El cistícola buitrón es otra especie que también ha experimentado una preocupante disminución en la desembocadura del río. Los expertos consideran que su ausencia está relacionada con el alimento. Este passeriforme se alimenta de abejas y durante los últimos años los apicultores han tenido dificultades a la hora de dejar sus colmenas cerca de la costa.

Anillador científico del Grup Au a les Goles del riu Millars

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