La alcachofa de Benicarló, la fiesta del invierno

La alcachofa celebra durante el invierno su fiesta grande en Benicarló, una población de la comarca castellonense del Baix Maestrat que ha unido su nombre a un producto de proximidad nacido de la tierra con variadas y saludables aplicaciones gastronómicas. El paisaje de los campos donde se cultiva en la orilla del mar queda protegido dentro del Plan de Acción Territorial de Infraestructuras Verdes del Litoral.

Una joven llamada Cynara fue seducida por Zeus. Con él ascendió al monte Olimpo, pero Cynara añoraba su tierra y huyó para volver a casa. El padre de los dioses, enfadado, la convirtió en una flor, la primera alcachofa, para que quedara unida al campo para siempre. De esa leyenda griega proviene el nombre científico de la planta, Cynara scolimus, una hortaliza de origen africano muy apreciada en toda Europa desde antiguo. En el siglo XVIII el botánico Cavanilles citaba su presencia en Benicarló y allí continúa creciendo. La alcachofa tiene en esta población del Baix Maestrat una de sus capitales mundiales, especialmente desde que en 1998 obtuvo la Denominación de Origen Alcachofa de Benicarló que incluye también los términos municipales de Càlig, Vinaròs y Peñíscola. Años antes ya logró la distinción de "Producto de Calidad", como recuerda Manuel Simó, que fue el primer Presidente de la DO, porque "vimos que era una alcachofa que destacaba en el mercado" por su demanda y aprovechamiento tanto en los comercios como para conserva debido a su forma compacta, apretada y redonda. Simó recuerda como el Consejo Agrario Local impulsó la difícil misión de promocionar una hortaliza complicada de ofrecer y trabajar en la gastronomía, una iniciativa que con los años ha dado sus buenos resultados con la implicación de todo un pueblo.

Foto: Félix Tena

Entre las peculiaridades que hacen única la alcachofa en el Baix Maestrat está un "microclima especial", como dicen los agricultores de la zona, debido a la proximidad del mar que regula la temperatura y evita las heladas. Domingo Roca, Concejal de Agricultura de Benicarló, explica que los últimos temporales han afectado a algunas fincas de la comarca pero la mayor parte de la cosecha está siendo muy buena, porque el frío llegó cuando tocaba. El concejal y agricultor evidencia como la alcachofa, que aporta un valor añadido, ha permitido reforzar el papel de la agricultura en la población.

Paisaje protegido

En conjunto, el paisaje de los campos de alcachofa situados a la orilla del mar ha hecho que el entorno, que se conserva con el mismo aspecto desde hace siglos, haya sido incluido dentro del Plan de Acción Territorial de Infraestructuras Verdes del Litoral (PATIVEL) de la Generalitat, ahora en fase de alegaciones. Una regulación para proteger un entorno que puede tener también un gran atractivo para el turismo de naturaleza, como explica la Alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, que destaca las iniciativas de promoción de la alcachofa como un alimento saludable y símbolo de los buenos productos que ofrece la huerta y el mar de la población.

La calidad del agua de riego, procedente de pozos, y de la tierra son otros puntos a favor de la hortaliza, según explica Paco Lluch, actual Presidente de la DO Alcachofa de Benicarló, que detalla cómo la variedad que se cultiva es la "Blanca de Tudela". Lluch recuerda que en 2016 se distribuyeron en total un millón y medio de kilos con la certificación de la DO, la única denominación de origen de alcachofa. Su destino es mayoritariamente el mercado español, pero también otros puntos de Europa y especialmente Francia. Una delegación de la población de Saint-Pol-de-Léon, ciudad de la Bretaña hermanada con Benicarló, ha participado en la fiesta. Los agricultores franceses destacan las diferencias con las alcachofas que ellos producen. La cepa de aquí produce más ejemplares y la temporada es más larga, entre noviembre y mayo, mientras que en Francia el frío hace que la cosecha termine al inicio del otoño. Pero sobre todo los productores franceses destacan la calidad, el sabor y el extenso aprovechamiento gastronómico de la alcachofa de Benicarló.

Foto: Félix Tena

Brasa, pinchos y menús

La gastronomía es una protagonista importante de la Fiesta de la Alcachofa que comenzó a celebrarse en 1993 y cada año crece en actos y celebraciones, que se inician en enero y terminan a principios de marzo. El epicentro del programa se ha concentrado este año en el último fin de semana del primer mes del año. Uno de los actos centrales es una multitudinaria parrillada de alcachofas a la brasa, que ha permitido repartir más de 2.000 kilos entre el público asistente.

El Concurso de Pinchos ha superado la séptima edición con la participación de 48 establecimientos de Benicarló, que han cocinado 500.000 pinchos. Una cifra record alcanzada en 16 días con una suculenta y variada oferta. Entre los que hemos podido probar destacamos un cebiche de alcachofa y gamba presentado por el bar Milord. También por supuesto el primer premio, concedido en el restaurante La Mar de Bo, formado por dos alcachofas rellenas de pato, acompañadas por una salsa cazadora y otra Cumberland. El mejor pincho tradicional ha sido para la Cafetería Anna para "tombet de alcachofa y cordero", compartido con el Rex, que ha presentado una cazoleta de bacalao, ligado con salsa de nata y piñones. Un pincho bautizado con el nombre de Candela, una niña que ha dado también el nombre a unas pulseras solidarias, que con la iniciativa de sus amigas Mariona y Daniela y la colaboración de miles de personas ayudan a recaudar fondos para la investigación del cáncer infantil, en un símbolo de superación que ha conseguido recaudar 1 millón de euros en tres años.

La fiesta sigue con una demostración gastronómica donde participan 19 restaurantes, así como otras asociaciones locales que sacan a la calle sus creaciones, donde combinan la alcachofa con todo tipo de maravillas. Junto a langostinos, galeras o sepia, en canelones, rollitos, pasteles, salteadas con trufas, en crema, arroz, fideos o garbanzos... la oferta va más allá de la imaginación más sugerente.

Foto: Félix Tena

Un fan de la alcachofa

Un gran defensor de la alcachofa y los productos de proximidad valencianos es el chef, estrella Michelin, Ricard Camarena, que incluye esta hortaliza en los menús de sus restaurantes. Este año el cocinero ha sido galardonado con la Carfoxa d’Or de Benicarló, la máxima distinción de la fiesta. Además de valorar los atractivos del producto, Camarena, que se confiesa un "fan de la alcachofa", nos propone aquí una receta que le gusta especialmente.

La gala de la alcachofa recordó la figura de uno de los primeros agricultores que impulsaron la fiesta, Francisco Vallés, "El Flare", recientemente desaparecido. La agenda de la alcachofa continúa con muchos más actos en Benicarló. Concursos de cocina, un mercado de productos de proximidad, artesanales y ecológicos, actuaciones musicales, una media maratón o una regata son algunas de las propuestas de la larga programación de actos que llegan hasta el 5 de marzo, cuando concluye la oferta de 17 restaurantes de la población, que ofrecen en sus locales menús temáticos siempre con la alcachofa como protagonista. Un alimento sabroso con muchos beneficios para la salud sin apenas calorías y con conocidas propiedades diuréticas, que contiene abundantes vitaminas del grupo B. Es rica en hierro, calcio, fósforo, magnesio, potasio y sodio entre otras muchas cosas que recoge de la tierra donde crece a orillas del Mediterráneo.

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