ENTRE LOS ALCORNOQUES DE LA SIERRA DE ESPADÀ

El árbol más emblemático de la Sierrà de Espadan es, sin duda, el alcornoque. Vamos hasta Almedíjar, en la comarca del Alto Palancia, para conocer de cerca el trabajo que, de forma ancestral, se realiza en torno a este árbol. La ruta nos lleva a la Masía de la Mosquera y nos baja al pueblo por el barranco de Almanzor.

Nuestra ruta comienza en Almedíjar, una población de calles estrechas y casas blancas enclavada en el corazón de la Sierra de Espadà . El recorrido que haremos hoy nos servirá para descubrir las singularidades que presentan los alcornoques, muy presentes en estas montañas.

En la plaza de la iglesia hemos quedado con Cheema Rabasa, de la empresa de itinerarios naturales Itinerantur. Con él nos dirigimos por la solitaria carretera que une Almedíjar con Aín. Aparcamos el coche una vez localizamos un panel informativo que nos habla del lugar que visitaremos: la masía de La Mosquera.

Una pista forestal nos lleva hasta este antiguo centro de explotación corchera. Aunque la casa se encuentra en estado de ruinas, no es difícil imaginarse cómo sería la vida aquí, cuando autoabastecerse era el pan de cada día.

Rehacemos el camino y continuamos la marcha por una carretera nada transitada hasta que encontramos un hito que nos marca la senda que baja hacia el barranco de Almanzor. Nos dejamos llevar piernas abajo a través de una senda rodeada de vegetación.

El encuentro de numerosos alcornoques, trabajados por la mano del hombre, nos obliga a hacer un alto en el camino. Vale la pena hacer una parada para entender cómo se trabaja la extracción del corcho, un recurso natural que continúa ofreciendo el bosque de la Sierra de Espadán.

En el tramo final del barranco, nos sorprende un castaño de dimensiones gigantescas. Se trata de un árbol monumental del que se cuenta una leyenda que habla de la rica historia de Almedíjar.

Un nuevo punto de interés etnológico que encontramos en el camino es una carbonera que ha sido reconstruida en la actualidad. Una muestra más de los múltiples usos que históricamente se le ha dado a los bosques de Espadán.

Llegamos al pueblo satisfechos de todo lo que hemos aprendido de la vida en la sierra. Sin embargo, antes de emprender el camino de vuelta a casa, hacemos una última parada. La quesería artesana Los Corrales nos permite conocer los sabores de la zona. Con buen sabor de boca, nos despedimos de los árboles únicos de piel rugosa que habitan la Sierra de Espadán.


 

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