Los niveles de ozono superan los niveles autorizados en 6 zonas del territorio valenciano
Administraciones, expertos y ecologistas coinciden en la necesidad de medidas coordinadas sobre transporte e industria para reducir los efectos del ozono en la salud. 6 de las 18 zonas en que se divide la Comunidad registran niveles de ozono que rebasan lo que establece la normativa para la protección de la salud.
La ciudad de València viene incumpliendo desde el año 2013 el límite legal del tóxico dióxido de nitrógeno, principal gas precursor del ozono emitido por el intenso tráfico urbano y metropolitano. Lo ha recordado el responsable de la campaña sobre ozono de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos, en la jornada Contaminación por Ozono en el País Valenciano, un encuentro celebrado en Valencia, que ha reunido diferentes expertos así como representantes del Ayuntamiento i la Generalitat. Asimismo, Ceballos recuerda que seis de las dieciocho zonas en que se divide el País Valenciano, a los efectos de controlar la contaminación atmosférica, han superado durante 2017 el valor objetivo para la protección de la salud establecido por la normativa española para el ozono troposférico, afectando a más de 900.000 habitantes del interior de la Comunidad. Los datos proceden de la página del Ministerio de Medio Ambiente calidad del aireVentana nueva. Dicho valor objetivo está fijado en 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en periodos de 8 horas, y no deberá superarse más de 25 días al año, como media de tres años consecutivos. Por su lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar ningún día la concentración octohoraria de 100 microgramos por metro cúbico.
El verano es el periodo con más riesgo de formación de este contaminante. La estación de medición de Zarra, en el interior de València, acumula 60 días al año por encima de objetivo legal, en el periodo 2015-2017, uno de los peores registros de España. Otras ocho estaciones, repartidas por el norte de Castellón y el interior de València y Alicante (Torre Endoménech, Vinaròs, Coratxar, Morella, Zorita, Villar del Arzobispo, Benigànim y Ontinyent) han superado también los 25 días al año permitidos legalmente. La Generalitat Valenciana, según la organización ecologista, “acumula una década de retraso en la elaboración de los preceptivos Planes de Mejora de la Calidad del Aire por ozono, que diagnostiquen las causas del problema y propongan soluciones al mismo, actuando en las zonas urbanas e industriales del litoral donde se producen las emisiones de los contaminantes precursores del ozono”.
El ozono “malo”
El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias. Por inhalación, provoca un incremento de los riesgos de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares, afectando especialmente a los niños y niñas, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas que padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La contaminación del aire por ozono troposférico causa cada año 17.000 muertes prematuras en Europa, 1.800 de ellas en España, afectando especialmente a población infantil y anciana, a mujeres gestantes y a personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas. Además de para las personas el ozono es tóxico para las plantas, afectando a dos tercios de los cultivos y parte de los bosques y espacios naturales del País Valenciano y el Estado español.
José Jaime Diéguez, del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, ha relacionado el problema con el intenso tráfico rodado y la actividad industrial que soporta el litoral mediterráneo, así como las situaciones de alta contaminación que cada primavera y verano aquejan a todo su interior, a partir del análisis de los episodios de ozono en la Comunidad Valenciana. Ante la contaminación transfronteriza, considera es necesario coordinar medidas a nivel local, interregional e internacional. Desde el Área de Ambiente y Salud de la Fundación FISABIO, Amparo Ferrero informó sobre los efectos del ozono, en su doble papel benéfico en la estratosfera y tóxico en la troposfera, insistiendo en el daño oxidativo que provoca en los sistemas biológicos.
La peatonalización reduce la contaminación
La Jornada se cerró con una mesa redonda sobre las posibles soluciones a la que asistieron Julià Álvaro, Secretario Autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Generalitat Valenciana, Giuseppe Grezzi, Concejal Delegado de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València, José Manuel Felisi, portavoz de la Plataforma “València por el Aire” y Carlos Arribas, Vicepresidente de Ecologistes en Acció del País Valenciano. José Manuel Felisi dio a conocer las campañas de medición de la contaminación atmosférica que viene realizando la plataforma enValència, señalando que se están obteniendo niveles de dióxido de nitrógeno superiores a los registrados por las estaciones oficiales, tanto fuera como en el interior de edificios como colegios. Asimismo, destacó que tras la peatonalización de la Plaza del Mercado, la contaminación por dióxido de nitrógeno en esa zona de la ciudad se ha reducido drásticamente, demostrando que con información es posible resolver el problema.
Julià Álvaro expuso las dificultades para combatir la contaminación por ozono, al no poderse identificar con claridad las fuentes de sus precursores, siendo necesaria la adopción de medidas coordinadas a nivel estatal e internacional, que la Generalitat Valenciana ha venido reclamando reiteradamente al Gobierno Central. Actualmente se están revisando los Planes de Mejora de la Calidad del Aire de la aglomeración de València y la Zona Cerámica de Castellón, pero no hay previsión de ampliar estos planes a las zonas afectadas por ozono.
Planes obsoletos
Carlos Arribas recordó que la elaboración de Planes de Mejora de la Calidad del Aire para reducir el ozono es obligada según la legislación, señaló que los planes existentes en las aglomeraciones de Alicante, Castellón y València están obsoletos y no se están aplicando, y que es necesario actuar frente a industrias muy contaminantes como la refinería de petróleo de Castellón, la cementera de Sagunto o la fábrica de automóviles de Almussafes, con emisiones de contaminantes precursores de ozono en ocasiones superiores a las de los núcleos urbanos.
Giuseppe Grezzi recordó la mala situación de partida en relación a la calidad del aire y la movilidad en ciudad de València, con 150.000 vehículos que acceden diariamente a ella desde su área metropolitana, como resultado de años de desarrollo de un modelo urbano disperso que multiplica las necesidades de desplazamientos. Los cambios se van logrando a un ritmo más lento de lo deseado, por limitaciones de personal y presupuestarias, pidiendo por ello una mayor implicación de la población para sustituir el coche por medios más limpios.