El regreso al futuro de los envases
El gobierno valenciano está decidido a implantar el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases. Una idea que quedó muy clara en la jornada Tornar el Casc 2.0 sobre la gestión de residuos, donde se expusieron los éxitos del modelo en países como Alemania, Canadá, Australia o varios estados norteamericanos. Cataluña, Navarra y Baleares también detallaron sus planes para introducir el sistema, al cual se opone una parte importante del sector empresarial que lo considera caro y complejo. El Consell y en concreto el president Ximo Puig, ha reiterado la oferta de diálogo sobre el nuevo modelo.
En 2020 la mitad de les residuos domésticos deberán ser recuperados y reciclados, según establece la directiva marco de la Unión Europea sobre residuos. Una de las principales propuestas del gobierno valenciano para cumplir con el objetivo que marca es la instauración del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de envases (SDDR). El plan prevé que algunos envases dejan recogerse en los contenedores amarillo y verde, que continuarían recogiendo el resto de residuos. En concreto el sistema se aplicaría al plástico PET, latas, tetrabrik y vidrio que contengan agua, refrescos, zumos y cerveza. Los consumidores pagarían 10 céntimos por cada envase, que recuperarían al devolverlos, y el comercio se quedaría dos céntimos por la gestión. La idea es aprovechar el incentivo para reducir la gran cantidad de este tipo de residuos que van a parar al mar, las montañas o las calles. Según la conselleria de Medio Ambiente de los 7 millones de envases que se consumen al año, 5 no van a parar al contenedor que toca.
Para explicar los detalles del sistema y ver cómo funciona en otros países que lo han implantado, la conselleria de Agricultura, Medio ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha organizado la jornada “Tornar el Casc 2.0. La gestión de los residuos en el siglo XXI”, celebrada al Museo de las Ciencias Príncipe Felip de Valencia. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, defendió el SDDR como la mejor manera de fomentar la economía circular siempre desde el diálogo y el consenso con las partes implicadas. Puig destacó como una “economía más respetuosa con el medio ambiente es más productiva”. La vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, destacó que están en marcha pequeños cambios que “son toda una revolución” dentro de un cambio de modelo económico más respetuoso con el entorno, y recordó como antiguamente el sistema de retorno de envases suponía un incentivo económico que no tenia nada que ver con la filosofía del “usar y tirar”. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, aseguró que el ayuntamiento ha tenido que incrementar los presupuestos destinados a residuos de 35 a 37 millones, un dinero que se podrían ahorrar con el nuevo sistema que además confiere un valor a los materiales que se lanzan. La consellera Elena Cebrián explicó que la SDDR aportará importantes beneficios medioambientales, con el incremento de la separación de residuos en origen, al tiempo que ahorrará recursos en la recogida y creará nuevos puestos de trabajo.
En la jornada intervinieron, ya sea en persona o a través de mensajes en vídeo, representantes de varios países de todo el mundo donde se ha introducido el SDDR. El exministro alemana de Medio ambiente, Jürgen Trittin, aseguró que el sistema ha supuesto el triunfo de la democracia ante los lobbys y de las empresas pequeñas frente a las grandes. Trittin destacó que, con el nuevo sistema, se ha reducido considerablemente la acumulación de basura, se están creando nuevos puestos de trabajo y que nadie duda ya del éxito del modelo en Alemania.
Respecto a la experiencia en Canadá la directora de Reloop, Clarisa Morawski, ha explicado que allí se aplica en 12 de las 13 regiones del país desde hace 15 años, con una recuperación que supera el 70% y puede llegar al 90%, mejorando en el doble el rendimiento del sistema del punto verde. Susan Collins, presidenta del Container Recycling Institute de los Estados Unidos, ha expuesto que en allí se aplica en 10 de los 50 estados, que representan el 30% de la población (unos 100 millones de personas), con tasas de recuperación de hasta el 90%. También se expusieron los buenos resultados obtenidos en Lituania, Estonia o Australia, donde se ha implantado en los estados del sur del país con una atención especial a los problemas que generan los plásticos en la mar. El uso del SDDR está reduciendo un 30% el plástico que va a parar al Océano Índico. Los representantes de los gobiernos de Navarra, Cataluña y las Islas Baleares también expusieron sus planes para instaurar el SDDR en coordinación con la administración valenciana.
Dentro de la jornada se mostró un vídeo de una multinacional alemana de supermercados que detalla el proceso que sigue una botella de plástico desde que el usuario la deposita en una máquina de recogida, hasta que después del prensado y el tratado pasa a formar parte de una nueva botella. El sistema permite ahorrar un 66% de materia primera y 55% de contenido reciclado. Jürgen Resch, director de la asociación ecologista Deutsche Umwelthilfe y pionero en la defensa del SDDR, asegura que en Alemania la recuperación llega al 98% de los envases incluidos en el sistema. Resch, conocido por ser uno de los primeros que advertir sobre la manipulación de los sistemas de emisiones de Volkswagen, asegura que después de una radical oposición inicial de algunas empresas y las fuertes presiones mediáticas la sociedad se ha adaptado al nuevo modelo.
La jornada, abierta al público, se pudo seguir por streaming y ahora se puede volver a ver íntegramente aquí. No fueron invitados a participar como ponentes en ella las empresas que se oponen al sistema como ECOEMBES, la entidad sin ánimo de lucro que lleva 18 años dedicada a gestionar en solitario el sistema de punto verde de recogida y tratamiento integral en España. ECOEMBES considera el SDDR caro, complejo e innecesario porque sólo permite recoger una reducida parte de los envases (el 8% del total). Además recuerda que 31 países europeos utilizan exclusivamente el sistema de contenedores de colores que emplea España. Entre el público que seguía la jornada sí se encontraban representantes de ECOVIDRIO, que también se muestra contraria al SDDR.
La plataforma Envase y Sociedad cuestiona la viabilidad del SDDR con carácter obligatorio porque estima que encarecerá los costes de gestión de los residuos, provocará un impacto económico y social negativo por toda la infraestructura necesaria y el espacio que requiere para su aplicación, y asegura que en los países donde se ha implantado a penas se ha incrementado el nivel de reciclaje. La plataforma, que agrupa 46 organizaciones relacionas con el ciclo de vida de los envases entre consumidores, empresas o centros de investigación, reclama mayor información sobre las consecuencias reales que tendría el SDDR y frenar la urgencia con la que se ha iniciado el proceso, como también hace la patronal valenciana CIERVAL, que asegura que afectará a la competitividad de las empresas.
Reducción en un 30% de los envases reutilizables
En la jornada participaron representantes de empresas y comercios que sí se muestran a favor del SDDR como Francesc Ferrer, presidente de la Unión Gremial, que recuerda como el pequeño comercio supone una parte importante de la economía y considera el nuevo sistema como un modelo de aprovechamiento de los envases tradicional y sostenible. Ferrer también recordó que las máquinas para la recogida de los envases supondrán un coste importante que no tendría que asumir el comercio.
José Manuel Fernández, director de Fedishoreca, la Federación Española de Empresas de Distribución a Hosteleria y Restauración, recordó que su sector nunca ha dejado de recuperar las botellas de refrescos y cerveza y explicó que cada año se consumen 24.000 millones de envases de bebidas en España, y 13.000 de ellos son “no reutilizables”. El 19% de los envases que emplea la hostelería son reutilizables. En conjunto en 6 años el uso envases reutilizables ha caído un 30% sobre todo debido a la proliferación del consumo de latas.
El sistema ha tocado techo
El director general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Joan Piquer, aseguró que el SDDR es el mejor sistema de incentivos para motivar a la ciudadanía y que permite recuperar los envases con mayor efectividad. Piquer aseguró que el 80 por ciento de la ciudadanía se muestra a favor de incrementar la recuperación de envases, según dice una encuesta encargada por la conselleria y elaborada en toda España. El director general detalló la existencia de un estudio de viabilidad elaborado en colaboración con las universidades e insistió en la intención de continuar dialogante con todos los sectores implicados. Piquer, como otros ponentes, destacaron que el sistema actual del punto verde ha hecho su papel pero ya “ha tocado techo” y necesita ser reforzado para incrementar los índices de recuperación. Respecto a las máquinas para recoger los envases dentro del SDDR, Piquer explicó que pueden costar entre 9.000 euros la más pequeña y 30.000 las más grandes.
Director general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Joan Piquer
El Secretario Autonómico de Medio ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, aseguró que están en fase de estudio los detalles técnicos de la implantación del sistema y plantea que la misma logística permitirá financiar la instalación de la maquinaria necesaria. Álvaro defiende el SDDR como una pieza clave en el cambio de modelo económico para hacer frente al cambio climático, y reitera que no se tiene que ver como una amenaza sino como una oportunidad de crear puestos de trabajo y adaptar el nuevo modelo a la realidad valenciana de manera pionera, porque en unos años el nuevo sistema será obligatorio. El secretario Autonómico advirtió que el SDDR “no es un invento, ni es original, ni un aventurismo” y recuerda que se ha implantado en países referencia del capitalismo y del medio ambiente. Álvaro sentencia que al final un gobierno debe pensar en el bien común y no sólo en los legítimos intereses de unas empresas. El plan previsto es que en 2017 las Corts aprueben la nueva ley que, en principio, entraría en vigor en la primavera de 2018.
En la jornada se presentó el autor de un peculiar repte. Un biólogo holandés, Merjin Tenga, ha atravesado el Mar del Norte desde Holanda a la costa británica en una tabla de surf fabricada con botellas de plástico Pet recogidas en las playas. Merjin Tenga, que hizo el trayecto de unos 200 kilómetros en 9 horas, quiere reclamar la atención de los ciudadanos ante la gran cantidad de residuos que acumulan los océanos, sobre todo plástico que poco a poco se va deshaciendo generando una sopa de acaba sirviendo de alimento a los peces. Por eso él ha bautizado su iniciativa como Plastic Soup Surfer.