En el territorio valenciano y en el resto de España no existe un paraje natural como el Barranc dels Horts, una finca forestal de unas 700 hectáreas propiedad de la Fundación Caja Castellón que gestiona desde el año 1991. A lo largo del estrecho barranco crecen más de 2.000 árboles monumentales de entre unos pocos cientos de años y más de medio siglo de vida. Los botánicos que han estudiado en profundidad la finca afirman que el carrascal y el robledal del territorio valenciano serían bastante parecidos al bosque relicto del Barranc dels Horts si no hubiera sido cortado para obtener carbón vegetal y leña para las fábricas y los hornos.

Una joya botánica llamada "Roble Gros".

Robles y carrascas son los principales protagonistas de este museo al aire libre de árboles gigantes. Pero de entre todos los monumentos vivos, hay uno que destaca del resto: el "Roble Gros". Se trata del árbol más grande y más viejo del paraje, un magnífico ejemplar de más de 20 metros de altura, 6 metros de perímetro de tronco y unos 700 años de vida. Pero desafortunadamente el árbol se está muriendo de viejo.

Tiempo de homenajes

La Fundación Caja Castellón, propietaria del Barranc dels Horts, ha decidido rendir varios homenajes al gigante "Roble Gros". Uno de ellos ha consistido en asegurarle descendencia genética por medio de sus semillas. La fundación a través de su proyecto "Castellón en Ruta" ha organizado la visita al árbol de varias familias para recoger sus bellotas, plantarlas en casa y en la primavera, cuando hayan brotado, volverlas a plantar alrededor del "Roble Gros".

Roure Gros. Foto: Abel Campos