6 de noviembre de 2015. A mediodía se superan los 23 grados en la ciudad de Valencia. El verano meteorológico se alarga de junio a finales de otoño y de un extremo se pasa al otro en cuestión de horas en una difusa separación entre las supuestamente cuatro estaciones. Los efectos del cambio climático afectan a todas las partes del planeta, pero hay zonas más vulnerables que otros, y el sur de Europa es una de ellas.

Para saber mejor qué está pasando, ese mismo día de noviembre comenzó un ciclo de reflexión llamado El Mediterráneo frente el cambio climático, organizado por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. La primera cita se centró en dos días de reuniones en el Palau de la Música de Valencia, donde algunos de los máximos expertos en el tema expusieron sus conclusiones sobre los efectos del calentamiento global y las perspectivas de futuro. Una serie de debates iniciados ante la inminente de la Cumbre del Clima de París, ciudad sacudida por los crueles atentados terroristas del 13 de noviembre pero que, pese a todo, mantiene la agenda del decisivo encuentro climático.

Los asistentes pudieron conocer cifras, observar gráficas y compartir experiencias sobre un hecho que afecta a todas las personas de nuestro mundo. Lo más extraño de todo es que somos los propios humanos los que hemos causado más alteraciones al clima y más intensamente en 150 años que el resto de la Humanidad, en una desenfrenada carrera suicida en contra de los intereses de nuestra propia especie.

El cambio en el clima alterará, por ejemplo, la línea de costa afectando sectores como el turismo o la agricultura, está reduciendo la biodiversidad y la disponibilidad de agua, pero sobre todo creará más desigualdad, más hambre y más fenómenos migratorios. Como explica José Manuel Moreno, miembro del Panell Intergovernamental de l’ONU pel Canvi Climàtic (IPCC)  hasta 2015, la única solución es reducir las emisiones contaminantes entre un 50 y un 70 por ciento lo más pronto posible.

José Manuel Moreno, Catedrático de Ecología UCM

En la Cumbre de París debería quedar claro qué cantidad de emisiones se comprometen a reducir los 150 países participantes. Todo ante el objetivo consensuado por todos de conseguir que la subida media de la temperatura planetaria no supere los dos grados en el presente siglo. Una meta imposible si no se reduce drásticamente el crecimiento de emisiones actual según el IPCC.

En el gran encuentro parisina, o "Conferencia de las Partes", le precedieron otras 20 cumbres como evidencian las sedes siglas (COP21) sin llegar a un acuerdo que realmente fuera efectivo. Pero ahora las cosas han cambiado para que China, el país que más contamina, se ha unido a los Estados Unidos y la Unión Europea en la intención de asumir el compromiso. El economista ambiental y experto en cumbres climáticas, Antxon Olabe, considera esto un buen augurio para que los tres países suman más de la mitad de las emisiones de efecto invernadero del planeta. Pero cuando las negociaciones dependen de los humanos cualquier cosa es posible.

Antxon Olabe. Economista Ambiental

Pero que está pasando ya y qué pasará en un futuro inmediato ?. A esas preguntas respondieron claramente los expertos que expusieron sus estudios sobre la cuenca del Mediterráneo. Jorge Olcina, Catedrático Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante, explicó que el régimen de precipitaciones está reduciendo y lo hará aún más. Las sequías se alternarán cada vez más con episodios de lluvias torrencials, con la imposibilidad de recargar les acuífers. Olcina plantea la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos con un nuevo Plan Hidrológico Nacional  actualizado, el incremento del aprovechamiento del agua procedente de las depuradoras o la instalación de cisternas para recoger el agua de lluvia en las ciudades. Una costumbre que a lo largo de la historia aprovecharon todas las culturas y que ahora hay que recuperar.

 Jorge Olcina. Catedràtic Anàlisi Geogràfic de la Universitat d’Alacant

Las temperaturas se incrementan en las zonas de montaña y se reducen en el litoral, según evidencia un estudio presentado por la profesora titular del Departamento de Geografía de la Universitat de València, María José Estrela.

 Maria José Estrela. Prof. Departament de Geografia UV

El calentamiento global está literalmente haciendo huir muchas especies vegetales de sus hábitats en busca de sitios no tanto cálidos, al tiempo que potencia los incendios. Ramón Vallejo, del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, explica que los cambios se están produciendo demasiado deprisa porque muchas de estas especies puedan salvarse. La solución que propone se reintroducir especies acostumbradas a la falta de agua y los terrenos áridos.

Ramón Vallejo. Investigador del CEAM

La cumbre de Valencia tuvo un importante componente político. Allí se presentó la llamada Declaración Mediterránea del Cambio Climático. Un compromiso de intenciones suscrito por los consejeros de Medio Ambiente de Andalucía, Baleares, Cataluña y Comunidad Valenciana. El titular de Murcia finalmente canceló su prevista asistencia. La idea es hacer un frente común de las administraciones del área mediterránea para actuar conjuntamente y de manera urgente contra los efectos del cambio climático.

La convocatoria celebrada en Valencia es un primer paso importante según a Consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. Elena Cebrián subrayó que sobre todo es necesario que el trabajo continúe con la toma de medidas a corto plazo y sobre todo con efectos a largo plazo, para que el impulso de la cumbre de París no caiga en el olvido.

Elena Cebrián. Consellera d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural

Durante las jornadas, los máximos mandatarios valencianos también insistieron en la importancia que combatir el calentamiento global tendrá en las políticas de la Generalitat y los ayuntamientos.

Ximo Puig. President de la Generalitat / Mònica Oltra. Vicepresidenta del Consell / Joan Ribó. Alcalde de València

El encuentro de Valencia fue el punto de inicio de un ciclo de conferencias sectoriales que también incluyen actos en Castellón, Alicante y Elche. SamarucDigital estará presente en los debates sobre los papel de los comunicadores en la lucha del cambio climático.

Una foro que la conselleria quiere continuar en el futuro de manera sostenible. El Secretario Autonómico de Medio Ambiente y Cambio Cimàtic, Julián Álvaro, recordó que el cambio climático no estaba precisamente entre las prioridades del anterior gobierno.

Julià Àlvaro. Sec. Autonòmic de Medi Ambient i Canvi Cimàtic

Los grupos ecologistas insistieron en la necesidad de que las palabras se conviertan en hechos. Ecologistas En Acción planteó sus reivindicaciones en un manifiesto en el que, entre otras cosas, asegura que "poder responder y adaptarnos con cierta eficacia los problemas titánicos implicados en las alteraciones e incertidumbres climáticas exige la urgente transición hacia las energías limpias y renovables . No hay excusas creíbles para que la regulación política del Estado y de sus instituciones políticas y legislativas siguen impulsando la degradación y la injusticia climática en nombre de los mantras suicidas de la competitividad, el crecimiento del PIB y los beneficios monetarios. La regulación pública de los gobiernos e instituciones debe poner la salud humana y climática por delante del mercado y de los intereses de beneficio económico de las empresas. Es responsabilidad moral y política de los gobiernos el frenar las emisiones de CO2 y acabar con las subvenciones a los combustibles fósiles. "

El grupo Gente Coherente de Greenpeace manifestió su defensa del clima en la esperanza de un acuerdo en la cumbre de París.

Laura Ivars.Gent Coherent de Greenpeace