El Alcaudón real, la codorniz común y el aguilucho cenizo, candidatas al ave del año del 2020.
La campaña, puesta en marcha desde 1988 por SEO/BirdLife llama la atención de la situación que atraviesan algunas de las especies más amenazadas de la avifauna y sus hábitats. Las tres candidatas son especies ligadas al medio rural y agrícola. La votación está abierta a toda la ciudadanía hasta el 22 de enero a las 12:00 horas.
Hasta hoy, 30 especies de aves han sido elegidas para llevar el distintivo de Ave del Año. Desde que, en 1998, SEO/BirdLife pusiera en marcha esta campaña de comunicación y conservación, cada año la organización ambiental pone el foco de atención sobre una especie que necesita una atención especial por su mal estado de conservación o que simboliza la urgencia de proteger los hábitats que la acogen. Por primera vez, se elige una especie en alianza con el socio de BirdLife en Portugal, la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves, SPEA.
Para el 2020, las tres candidatas son el alcaudón real, la codorniz común y el aguilucho cenizo. Tres especies que se encuentran en una situación complicada por su declive poblacional debido, en su mayor parte, a la destrucción de los hábitats y otras amenazas como la intensificación agraria, el uso de plaguicidas o el abandono rural.
Las poblaciones de aves de medios agrícolas son uno de los indicadores de biodiversidad que considera la Agencia Europea de Estadística (Eurostat) para evaluar nuestra calidad de vida y según datos del programa Sacre publicados en Programas de Seguimiento de Avifauna y Grupos de Trabajo 2018 de SEO/BirdLife, el medio agrícola es el tipo de hábitat o ambiente que incluye mayor número de especies de aves en estado desfavorable y con mayores declives poblacionales en España y en Europa. El declive en el periodo 1998-2018 es próximo al 20%, lo que implica varios millones de aves menos en este periodo y en este medio en nuestro país.
En palabras de Asunción Ruiz, Directora de SEO/BirdLife: “Necesitamos cambiar nuestro modelo de producción y consumo de alimentos. Las aves nos están advirtiendo del estado de salud de nuestro entorno agrario y están dando señales evidentes de que no podemos seguir manteniendo el modelo actual”.
España continúa siendo el primer estado de la UE en presencia de biodiversidad y es el primero en extensión de tierras cultivadas y el cuarto en población agraria de toda la Unión. “Ese capital natural es nuestro futuro. Debemos asegurar que la Política Agraria Común (PAC) y su aplicación en España se enfoca hacia una transición justa de la agricultura española y sus agricultores, que defienda y fije a la población rural, detenga la pérdida de biodiversidad y garantice una producción sostenible y de calidad”, ha afirmado Asunción Ruiz
Contar con la ciudadanía
El trabajo de SEO/BirdLife es imposible sin la colaboración de la ciudadanía. Por eso, la ONG quiere que los ciudadanos tengan la última palabra para elegir la próxima Ave del Año. “Es nuestra manera de dar voz a la sociedad para llamar la atención sobre los problemas de conservación ambiental, y una buena oportunidad para hacerles llegar a los políticos la necesidad de poner en marcha medidas para la conservación del patrimonio natural de todos”, concluye Ruiz.
Hasta el próximo 22 de enero se abre el plazo para que cualquier persona participe en la votación a través de la página web de SEO/BirdLife y decida qué ave quiere que sea la estrella del 2020.
Las tres candidatas
Foto: ©Ainars Aunin_ Shutterstock
El alcaudón real es un claro representante de los problemas que atraviesan los medios agrícolas y un buen indicador de la salud de estos ecosistemas. A través de esta especie, la sociedad podrá entender que la agricultura intensiva está generando una alarmante pérdida de biodiversidad y se podrá concienciar a políticos para que apoyen una nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) más justa y sostenible.
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La codorniz común ocupa la totalidad de la Península Ibérica y su población es la más importante de toda Europa. A través de esta especie se visibiliza la alteración de los hábitats de los que depende, la fuerte presión cinegética y la contaminación genética a causa de la suelta de codorniz japonesa o híbridos con fines cinegéticos.
Foto: ©Vitaly Ilyasov_Shutterstock
El aguilucho cenizo puede hacer entender la singularidad y el valor ecológico de los ambientes agrarios cerealistas, donde habita una sorprendente diversidad de fauna. A través de esta especie también se podrá concienciar a la sociedad, a los políticos y a los agricultores para que busquen soluciones conjuntas que eviten la destrucción de nidos durante la época de siega.