Carbón en gobernanza ambiental.

La gobernanza ambiental suspende en toda España según el último informe de SEO/BirdLife. A nivel autonómico las organizaciones ecologistas regalan carbón al Botànic II por su nulo compromiso ambiental y un proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica insuficiente, cuando no un obstáculo para comenzar a actuar hasta 2030, o promover grandes infraestructuras como la ampliación del puerto, dañinas para la conservación de espacios naturales como la Albufera de València.

La festividad de la noche de Reyes es una fecha señalada para hacer balance y recibir un regalo. si durante el año lo has hecho bien, o carbón, si lo has hecho mal. Lo hacemos a nivel individual y también a nivel colectivo. Este año los Reyes Magos de Oriente han traído Carbón al gobierno del Botanic II como premio a la peor aportación mediambiental de 2020. Pero la Comunitat Valenciana no es la única que suspende en gobernanza ambiental este año. 

España mejora pero sigue sin aprobar en la asignatura de buen gobierno ambiental según el segundo Informe de Indicadores de Gobernanza Ambiental, que elabora SEO/BirdLife, que evalúa la acción de las administraciones e instituciones públicas españolas en material ambiental entre 2018 y 2020. el estudio de SEO/BirdLife analiza el grado de cumplimiento en cuatro grandes aparatados: estado de la legislación, acción de las instituciones, procesos de participación y fiscalidad ambiental. Para determinar su grado de cumplimiento se basa en seis indicadores, a los que otorga una puntuación en cuatro niveles que van de “claramente favorable” a “claramente desfavorable”. Si en el anterior estudio, que cubría el periodo 2016-2018, España sacaba la peor nota posible en cinco de los seis indicadores seleccionados, el nuevo informe refleja una ligera mejoría: dos indicadores –cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y conflictividad constitucional– logran el aprobado, al ascender de “claramente desfavorable” a “moderadamente favorable”; y un tercero, el grado de cumplimiento de Derecho comunitario, sube un peldaño, de “claramente desfavorable” a “moderadamente desfavorable”. 

Pero ninguno de los indicadores consigue el nivel de “claramente favorable”. Pero el nivel de mejora en alguno de los indicadores es exiguo. El informe revela que España está a la cola junto con Grecia en cuanto a al cumplimiento del Derecho comunitario, aunque hemos pasado de 38 casos abiertos en 2017 a 25 en la actualidad. A pesar de que se ha duplicado, los niveles de actividad parlamentaria siguen siendo muy bajos y no mejoran su nota “claramente desfavorable”. La fiscalidad ambiental sigue siendo otra asignatura pendiente. “Los resultados de este segundo análisis muestran avances, algunos de ellos significativos, como es el caso del estado de la legislación. Sin embargo, en términos globales, el buen gobierno ambiental de las administraciones e instituciones públicas españolas sigue sin llegar al aprobado. Ante el inicio de un proceso de recuperación social y económica frente al COVID-19, que tiene que avanzar hacia un país más sostenible, no podemos permitirnos estas notas, en ningún nivel de la administración pública”, explica la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.

Carbón al Botànic II

Y es esta falta de sensibilidad y gobernanza ambiental lo que parece que las organizaciones ecologistas y ciudadanas de València, englobadas en La Comissió Ciutat-Port, han querido simbolizar en el regalo de reyes que han personalizado en Ximo Puig por su nulo compromiso en la lucha contra la ampliación norte del Puerto de València, pero que perfectamente podría generalizarse al gobierno del Botànic y sus políticas ambientales. 

Entre los méritos que según los colectivos ecologistas hacen merecedor al President de la Generalitat de recibir carbón está “la implicación del presidente de la Generalitat en las acciones políticas que van en la peor dirección posible para preservar nuestro bienestar y nuestra salud, nuestro capital natural y emitir menos carbono. Los colectivos critican “su visión e innovación en política para declarar la Emergencia Climática en el País Valenciano justo antes de las últimas elecciones. Y, una vez ganados los comicios autonómicos, olvidarse de la Emergencia Climática para continuar con proyectos de la etapa del PP como es el caso de la ampliación norte del Puerto de València, la V-21 o la ZAL”. 

 Puerto, entidad ciudadana integrada por Por l'Horta, Acción Ecologista-Agró, Ecologistas en Acción, la Asociación de Vecinos y Vecinas de Nazaret, la plataforma El Litoral Para el Pueblo, València Saludable y otros colectivos de la capital del Turia, ha convocado la primera Cumbre Mundial de Reyes de Oriente y Magas Republicanas (CROMAR). El Alto Comisionado de la CROMAR ha decidido por unanimidad otorgar el premio a la peor aportación medioambiental de 2020 al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. El motivo? Su nulo compromiso en la lucha contra la ampliación norte del Puerto de València. Foto AE-Agró.

La crítica va dirigida a la falta de acción en políticas ambientales quedándose en mera declaración de intenciones la declaración de Emergencia Climática. Hay malestar entre el colectivo conservacionista por la falta de ambición en el desarrollo y aplicación de esta declaración de Emergencia Climática en la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía y el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica que ,en algunos casos, consideran un obstáculo en la lucha climática y una oportunidad perdida en la lucha contra el calentamiento global. 

Esta Ley "puede condicionar la adopción de decisiones y medidas claras hasta finales de la presente década. Mientras tanto, los impactos del Cambio Climático se continuarán sucediendo con mayor frecuencia e intensidad. Y lo harán durando casi una década de incertidumbre legal, de inseguridad jurídica y de incertidumbres también políticas. Por desgracia, el afán de la Generalitat Valenciana de regular todo el que es relativo al Cambio Climático, mediante una norma con rango de Ley, creará rigideces en el proceso de su aplicación que impedirán adaptarse a una realidad cambiante, como es la que se nos presenta. Y, como acabamos de explicar, dilatará en el tiempo la aplicación de estas medidas” exponía Acció Ecologista Agró recientemente en un comunicado .

Ecologistes en Acció País Valencià, Per l’horta, Intersindical y Emergència Climàtica Paterna también criticaron duramente el anteproyecto de Ley. “El anteproyecto de ley es una oportunidad perdida por el qué hace a la adaptación del territorio al cambio climático en no fijar objetivos ni indicadores que aseguran la resiliencia de este, evitando también actuar sobre la ordenación territorial y el urbanismo… el Anteproyecto de Ley se conforma con “fomentar”, “impulsar”, “promover”, cuando ya es urgente actuar, exigir y prohibir. Sabemos que hemos rebasado los límites biofísicos del planeta y nuestros dirigentes políticos tienen que asumirlo y traducirlo en leyes, políticas y planes de actuación”.

“Tratándose de un tema como el cambio climático y ante las evidencias científicas de las consecuencias que tiene para la naturaleza el actual modelo económico sorprende que todo el texto esté repleto de un horizonte desarrollista en los temas urbanísticos, infraestructuras, etc. No existe referencia alguna a la necesaria moratoria o suspensión de nuevos desarrollos incompatibles con un escenario de reducción de emisiones de GEI. Nuevos desarrollos urbanísticos (art. 24.2, art. 37), infraestructuras críticas, nuevos puertos, aeropuertos,, proyectos de grandes infraestructuras, nuevas infraestructuras (art. 38), nuevas áreas urbanas (art. 37)” consideraba Ecologistas en Acción en sus alegaciones al anteproyecto de Ley.

El balance del año es pues negativo en cuanto a gobernanza ambiental y de sensibilidad política ante el gran reto que tiene el futuro de la humanidad. Y decimos humanidad porque lo que está en riesgo es nuestra supervivencia como especie. La tierra seguirá donde está con o sin nosotros. En un año desastroso por el COVID19, no debemos olvidar que conservar el equilibrio ecológico del planeta es la mejor vacuna contra futuras pandemias. 


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