Birding Albufera celebra diez años con una nueva web y el objetivo de divulgar el humedal
Desde 2008, más de 150 personas han colaborado en este proyecto de ciencia ciudadana que reúne información sobre las aves de L’Albufera de Valencia y trata de promover y contribuir a la conservación de los valores naturales y culturales de este paisaje.
Tras cumplir diez años en 2018, la página web Birding Albufera (birdingalbufera.es), un proyecto de ciencia ciudadana emprendido por los ornitólogos aficionados Bosco y Nacho Dies, estrena nuevo portal bajo la gestión de la Fundació Assut, de la que el primero es miembro fundador, y con el apoyo de la empresa Gracomsa Alimentaria y el grupo industrial Nuova Sesac. El objetivo es divulgar, estudiar y hacer seguimiento de las aves de L’Albufera, una actividad secular heredada de pioneros como Marcos Orellana e Ignacio Vidal, se amplía ahora a la promoción de este humedal como un paisaje cultural que debe conocerse, apreciarse y conservarse.
Las aves de L’Albufera. Y L’Albufera de las aves.
Aunque centrada en las aves, razón principal de las diferentes figuras de protección de que goza L’Albufera, la nueva web presenta el territorio e incita a explorarlo y descubrirlo más allá de sus valores estrictamente naturales. Así, incluye un apartado de rutas y lugares que, próximamente, una vez convenida la participación de las instituciones implicadas en la promoción de este tipo de turismo sostenible, propondrá diferentes recorridos a lo largo y ancho del parque natural. Sobre un mapa interactivo, se señalará una serie de itinerarios jalonados por los hitos patrimoniales que testimonian la larga tradición de presencia y usos humanos en este lugar. Se trata, como explica el propio Bosco Dies, de «llamar la atención sobre las aves de L’Albufera, pero, además, al mismo tiempo, de contribuir a divulgar L’Albufera de las aves».
Igualmente, entre las novedades, Birding Albufera ofrecerá muy pronto información sobre las empresas y servicios dedicados a promover el turismo cultural, de naturaleza y, especialmente, ornitológico de una manera responsable y comprometida con el entorno. Además, a través de un blog incluido en la propia página web —«cuaderno de campo»—, el objetivo divulgativo se extiende también a exponer y tratar de concienciar sobre los problemas, conflictos y dificultades a los que se enfrenta L’Albufera. Al margen de la presencia de importantes comunidades de aves invernantes y estivales, no hay que olvidar que este humedal, ubicado en un lugar donde confluyen las rutas migratorias que discurren por el Mediterráneo y el Atlántico Este, es fundamental para la alimentación y el descanso de miles de aves que se desplazan entre los lugares de nidificación del centro y norte de Europa y los de invernada en África.
Un ejemplo de proyecto de ciencia ciudadana con más de 147.000 usuarios, 24.000 observaciones relevantes y 20 primeras citas históricas
Como iniciativa que lleva desde 2008 involucrando a observadores aficionados y fomentando la contribución activa de las personas a la investigación sobre las aves en este lugar, Birding Albufera constituye un exitoso proyecto de ciencia ciudadana. Así, después de estos años, la página web ha recibido datos experimentales y de observaciones por parte de más de 150 informadores, y cerca de 350.000 visitas, con 1.160.000 páginas visitadas por los más de 147.700 usuarios únicos que, con un promedio que ronda el centenar por día, buscan información sobre L’Albufera y sus aves.
Por lo que respecta a esta función como recurso de ciencia ciudadana y de documentación científica, la web continuará registrando las observaciones relevantes de aves en este espacio. Se trata de reunir y ordenar información sobre primeras y últimas citas anuales de especies migrantes, avistamientos de aves realizados fuera de los periodos habituales de presencia, anotaciones de aves escasas o consideradas rarezas, o referencias sobre irrupciones y conteos destacados de algunas especies.
Col·laboradors de Birding Albufera. Foto: Vicent Llorens
En este aspecto, a través de este «noticiario ornitológico», que se nutre de las aportaciones de decenas de naturalistas aficionados, Birding Albufera ha reunido en una década más de 23.800 menciones destacadas de aves. Entre ellas, sobresalen algunas primeras citas históricas para España, como las del gavión cabecinegro y el correlimos cuellirrojo; la Comunidad Valenciana, como las del correlimos de Baird, la gaviota cabecigrís, la gaviota pipizcán y el porrón acollarado, y la propia Albufera, caso, junto a las anteriores, de las observaciones de flamenco enano, águila moteada, aguilucho papialbo, zampullín cuellirrojo, alondra ricotí, falaropo picogrueso, carricero agrícola, curruca sahariana, barnacla carinegra, papamoscas acollarado, ganga ibérica, gorrión chillón, escribano pigmeo y escribano cabecinegro. Unas y otras especies, 20 en total, se suman a las más de 350 que integraban el registro histórico de citas en L’Albufera hasta 2008.
Más agua y de mejor calidad
Otro dato interesante lo constituye el incremento de ejemplares de algunas especies, como la garceta grande y, sobre todo, el flamenco y el morito, que han pasado de representar casi una singularidad a contarse por miles en estos diez años. En este tiempo, también se ha confirmado por primera vez la cría en L’Albufera, concretamente en La Devesa, de pájaros como el chochín común, el reyezuelo listado y el herrerillo capuchino, y se ha asistido a las primeros indicios de lo que tal vez sea el comienzo de la colonización de la Europa atlántica por parte del charrán elegante, una especie propia del Pacífico americano que cría cada primavera en L’Albufera desde 2006.
En el apartado de impactos negativos, la web Birding Albufera, a través de su «cuaderno de campo», ha advertido desde su creación en 2008 de la existencia de ciertos problemas y dificultades que no acaban de corregirse y que comprometen el futuro de este espacio protegido. Básicamente, L’Albufera acusa una serie de limitaciones de gestión que se traducen en la reducción de dotaciones de agua en calidad y cantidad suficientes, y en la falta de eficacia a la hora de afrontar las afecciones derivadas de un manejo poco sostenible de la caza, la agricultura o el turismo, entre otros usos y prácticas humanas.
La página web dispone además de un apartado en el que tienen cabida artículos, documentos y referencias bibliográficas que permiten ahondar en el conocimiento de las aves de L’Albufera.
Foto: Vicent Llorens
Apoyo a programas internacionales de conservación
Como proyecto de la Fundació Assut, Birding Albufera está también detrás de algunos programas de seguimiento y conservación de aves. Uno de ellos es Arrozales de paso, una iniciativa, en la que participa también SEO/BirdLife, que trata de aprovechar los arrozales que fallan cada campaña en L’Albufera como espacios de alimentación y descanso para las aves migratorias; particularmente, las limícolas.
Los aficionados y ornitólogos colaboradores de esta plataforma participan igualmente en el seguimiento de una especie particularmente interesante y amenazada en Europa: la aguja colinegra. La información que éstos aportan con sus observaciones y lecturas de aves anilladas ayuda a determinar los movimientos y las rutas de migración de las diferentes poblaciones de esta especie. En ambos casos, se constata también la importancia que tiene la correcta gestión de los arrozales de L’Albufera para la conservación de muchas aves.
Esos «locos» de los prismáticos
Hace unos días, los colaboradores de Birding Albufera, prismáticos al cuello, se citaron en el marjal de Silla para echar un vistazo a las zonas aún inundadas en las que se concentraban las aves del humedal y celebrar el almuerzo que organizan cada año. Hablaron con Samarucdigital de este proyecto colaborativo, de su afición, de las aves y del estado de L’Albufera por lo que respecta al turismo ornitológico y a la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.
Bosco Dies, fundador y asesor de la Fundació Assut, reconocía el interés de esta herramienta participativa y la importancia de lograr mantenerla por muchos años más, puesto que «proporciona documentación muy valiosa y útil sobre la evolución del estado de conservación de las aves de L’Albufera». Dies se refiere también al servicio que presta la web al turista de naturaleza, «no solo para la observación de aves sino también para el descubrimiento de los recursos naturales y patrimoniales que tiene este espacio». E insiste en la idea de «seguir trabajando en ampliar los contenidos que acerquen al visitante a esta realidad»; una realidad, por otra parte, acuciada por problemas que tienen que ver con «la desacertada gestión hídrica del humedal y la falta de aportaciones de agua en calidad y cantidad suficientes».
Yanina Maggiotto, vecina del parque natural y presidenta de la Asociación de Guías de Birding de la Comunidad Valenciana, bromeaba sobre la «friki» afición del birdwatching y su «récord de España de observación de aves desde casa», en una de las torres de apartamentos de La Devesa; anécdota que, por otra parte, da una idea de la importancia de este humedal para la conservación de la biodiversidad. A propósito de ello, incide en la necesidad de mantener «una buena gestión del sistema agrícola del parque natural y del agua como su base elemental».
Toni Alcocer, un ornitólogo y consultor ambiental que ha recorrido buena parte del mundo con el telescopio al hombro, alimentó su «obsesión» por las aves en L’Albufera, desde que era casi un niño. La sigue avivando a día de hoy, registrando sus observaciones en Birding Albufera, «una herramienta esencial que, a través de la aportación y el registro constante de citas, reúne una información que acaba siendo ciencia, por cuanto aporta conocimiento sobre el estado y la evolución de las aves a lo largo del tiempo». Por lo que respecta a esta evolución, Alcocer se refiere al aumento de especies como el flamenco, el morito, el calamón y la garceta grande, de la que recuerda la «movilización» que causó la observación del primer ejemplar a mediados de los años noventa. Pero advierte también de la práctica desaparición de algunas aves que han sido emblemas en L’Albufera, como la cerceta pardilla y el bigotudo.
Y Virgili Beltrán, de la empresa Actio Birding, contempla este proyecto como «una herramienta muy útil para quienes nos dedicamos al turismo ornitológico» y para quien quiera conocer L’Albufera «desde otros puntos de vista, porque hay mucha información sobre los diversos aspectos culturales y valores de este territorio». Beltrán, como guía de birdwatching, destaca la «colaboración de las administraciones autonómicas y provinciales para la promoción de la Comunidad Valenciana como destino de turismo ornitológico a través de ferias internacionales». Pero, en este sentido, por lo que respecta particularmente a L’Albufera, pone de manifiesto «la falta de infraestructuras para la observación de aves» y la conveniencia de disponer de «observatorios, miradores, hides… e incluso, simplemente, paneles interpretativos» que permitan un mejor acercamiento a este paisaje.