7390 aves censadas en el Tancat de la Pipa en un trabajo que continúa
Los voluntarios de SEO-Birdlife han censado 7.390 aves de 71 especies diferentes entre 2009 y 2015, dentro de un proyecto de anillamiento científico en el Tancat de la Pipa, a la Albufera de Valencia, que continúa en 2016 y más allá. Poder estudiar las aves durante tanto de tiempo en un mismo lugar tiene un gran valor científico, que permite recopilar datos valiosos sobre el comportamiento de las aves y su relación con el entorno.
Antes de la salida del sol los voluntarios de SEO-Bidlife (la Sociedad Española de Ornitología) prepararon las suyos redes entre cañas y cañizos para capturar la máxima cantidad de aves posible. Su objetivo es científico, quieren estudiar el comportamiento de las diferentes especies y averiguar cuáles frecuentan el Tancat de la Pipa y por qué. Estamos en un paraje especial donde se ha recuperado la calidad ambiental que tenía la Albufera de Valencia hace 50 años gracias a un sistema de humedales artificiales. Un método que funciona como una depuradora natural, a partir de filtros verdes construidos con la plantación de vegetación acuática autóctona. En el proyecto de la Pipa, que nació dentro del Life Albufera, colaboran además de SEO-Birdlife, Acció Ecologista Agró, la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Generalitat.
Un gran tesoro científico
Avetorrilo (Ixobrychus minutus)
La investigación ornitológica empezó a funcionar en 2009 en la Pipa. Disponer de un espacio donde se pueda trabajar durante un periodo de tiempo prolongado con las mismas pautas es un gran tesoro científico para losinvestigadores, por la gran cantidad de información sobre las aves que el trabajo está proporcionando. “Por ejemplo la investigación aporta datos sobre la producción de las especies, permite saber si están criando bien o mal” ese dato es importante porque la evolución de la población puede indicar un problema de alimento o de otro tipo explica Mario Giménez, delegado de SEO-Birdlife en la Comunidad Valenciana. Mario y Anna Valentín, técnica de SEO-Birdlife, detallan como el estudio ha permitido detectar como con el paso de los años las especies más valiosas, que suelen ser las amenazadas y escasas, incrementan cada año su presencia en el espacio mientras otras aves más oportunistas y abundantes están reduciendo su presencia como el caso del ánade real.
“El Tancat de la Pipa es de alguna forma la Albufera a escala, en pequeño, lo que pasa allí puede extrapolar la información y tratar de saber que está pasando en el resto de la Albufera”, concluye Mario Giménez. El estudio está confirmando que la presencia de una vegetación estructurada y la buena calidad del agua consigue atraer las aves más medioambientalmente selectas. Numerosas especies migradoras han convertido el Tancat en un lugar obligado de parada y fonda para aprovisionarse en sus largos viajes entre Europa y África.
Más especies palustres
Durante los 7 años que lleva en funcionamiento el estudio ha habido una evolución en la cobertura y composición vegetal, que se ha traducido en una colonización progresiva de especies asociadas a la vegetación palustre, con el posterior acoplamiento a la disponibilidad de hábitat y recursos. Un ejemplo sería el adelanto del periodo reproductor, que en el caso de la carricero real ha pasado de la tercera semana de mayo a la primera semana de ese mismo mes.
Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus)
En la jornada que Samarucdigital compartió con los ornitólogos pudimos comprobar la presencia de algunas de esas especies valiosas, como nos destacaban Anna y Mario, entre ellas la carricero real (Acrocephalus scirpaceusar) o el carricero común (Acrocephalus melanopogon). También pudimos observar ruiseñor bastardo (Cettia cetti) y avetorillo común (Lxobrychus minutus). En total desde que empezó el proyecto desde octubre de 2009 hasta diciembre de 2015 han capturado 7390 aves de 71 especies diferentes. Las más frecuentes son el mosquitero común (Phylloscos collybita), la carricero real (Acrocephalus scirpaceus) o el escribano palustre (Emberiza schoeniclus).
Los representantes de SEO-Birdlife destacan la parte educativa del proyecto. Las jornadas de puertas abiertas permiten a los visitantes conocer de primera mano la actividad de los ornitólogos y, incluso, formarse en el anillamiento científico, una actividad importante dentro del gran proyecto de recuperación de los hábitats acuáticos y la calidad del agua.
La metodología de trabajo es exhaustiva i constante, “entre 4 y 7 días por semana abrimos las redes y las dejamos 5 horas siempre a la misma hora y anillamos todo lo que cae” sean aves migradoras o residentes, relata Anna Valentín mientras comprobamos como cada ejemplar que detectan en las redes es medido, pesado, identificado y, si hace falta, anillado. La anilla es un documento identificativo de cada ejemplar que permite hacer un seguimiento de sus desplazamientos por el mundo. Dentro del trabajo se han efectuado 531 recaptures en la Pipa, es decir, aves que ya habían sido previamente anilladas. Todo acaba con la liberación de los animales para que continúan su camino, quizás muchas de ellas volverán el año que viene.