El delta del Ebro es una de las principales zonas húmedas de la cuenca Mediterránea junto con Doñana en Andalucía, la Albufera en Valencia o la Camarga francesa ubicada en el sureste del país. Los 320 km² de llanura ofrecen un paisaje excepcional de una enorme riqueza biológica. En 1983 se convirtió en el Parque Natural del Delta del Ebro con la intención de conjugar de forma sostenible el cultivo del arroz, su explotación es prioritaria, con la conservación de la fauna y la flora. Uno de los principales valores naturales de este inmenso humedal creado por el río Ebro son las aves. Según la Lista Patrón de las Aves del delta del Ebro de 2015 se han contabilizado 427 especies. Pero la cifra sigue aumentando mes tras mes. Algunas de las especies más destacadas del parque son la gaviota de Audouin (Larus audouinii), la gaviota picofina (Larus genei) y el charrán patinegro (Sterna sandvicencis). El delta del Ebro es conocido en toda Europa como unos de los principales lugares de invernada para miles de aves procedentes del norte de Europa. Otro aspecto que convierte las aves en un extraordinario recurso turístico es la particular fisonomía del parque natural formado por tierras totalmente planas donde dominan los extensos arrozales (más de 20 000 hectáreas). Las adecuadas infraestructuras para la observación de aves y la práctica inexistencia de grandes obstáculos permiten a los visitantes disfrutar de un espectáculo alado maravilloso.

Peces de agua dulce, salada y salobre

En el delta del Ebro se mezclan aguas dulces continentales con saladas marinas. Este confluencia permite una diversidad de especies piscícolas importante. Los técnicos han llegado a contar hasta 50 especies. La más importante es el samaruc (Valencia hispanica), una especie endémica de la Península Ibérica que aquí inició un programa de cría en cautividad con ejemplares provenientes de la marjal de Peñíscola (Castellón). Otras especies presentes en las aguas deltaicas y no menos importantes son el fartet (Lebias ibera) y el pez fraile (Salaria fluviatilis). Las tres especies se encuentran en la actualidad en peligro de extinción.

Centro Ictiológico del delta del Ebro

El Centro Ictiológico se puso en funcionamiento en el año 2000. Entre sus tareas más importantes se encuentra la gestión y conservación de especies amenazadas. En las instalaciones se crían en cautividad algunas de las especies de peces más amenazadas de la península Ibérica como el samaruc, el fartet, la raboseta de río o el espinoso. Además de mantener stocks de peces en peligro de extinción, la conservación fuera del centro también es una tarea importante que realizan los técnicos como por ejemplo hacer seguimientos de núcleos poblacionales de estas especies.