Observar las aves para conservar la naturaleza
Valencia es uno de los lugares en auge como destino del movimiento birding en España. La segunda edición del Festival l’Albufera de les Aus, impulsado por organizaciones medioambientales, administraciones locales y empresas, ha congregado a los amantes de la avifauna para promover acciones que hacen compatible el turismo sostenible y de proximidad con la conservación del humedal más conocido de la Comunitat Valenciana
Observar las aves es mucho más que una afición. Es también una potente herramienta para la conservación de la naturaleza y para impulsar el turismo sostenible. Ese es el objetivo del Festival L’Albufera de les Aves, una iniciativa única para acercarse al mundo de la ornitología en un escenario excepcional, en el del humedal más emblemático de la Comunitat Valenciana.
Tres días de actividades divulgativas, con charlas, exposiciones, talleres y maratones ornitológicas, han conformado la segunda edición de este festival dirigido tanto a los amantes de la avifauna como del turismo de naturaleza en familia, que se celebró el primer fin de semana de octubre con motivo del Día Mundial de las Aves.
Porque la conservación nos afecta a todis, la organización del evento ha contado este año con el apoyo de grupos ambientales, empresas turísticas y administraciones locales: la Agencia Valenciana de Turismo y el Patronato de Turismo de la Diputación de Valencia, SEO/BirdLife, Acció Ecologista-Agró, la Sociedad Valenciana de Ornitología y la FundacióAssut, la Asociación de Guías de Birding de la Comunidad Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia, Gracomsa Alimentaria, NuovaSesac, SwarovskiOptik, Pavagua Ambiental, Acuamed, Confederación Hidrográfica del Júcar, Samarucdigital, Tundra Ediciones y Calderona Viva. Todos juntos para hacer visible la biodiversidad del Parque de la Albufera desde la observación respetuosa de las aves.
“Intentamos que la gente que tiene el privilegio de tener cerca un parque natural como el de la Albufera, cuya bandera son las aves, se implique y ayude a sensibilizar a las administraciones a impulsar más acciones para conservar la joya que tenemos en Valencia”, sostiene Mario Giménez, delegado de SEO/BirdLife en la Comunitat Valenciana y organizador del festival.
Para entender la vida de les aves no hace falta ser experto. Solo hay que tener curiosidad por reencontrarse con el entorno. Las charlas del festival, celebradas en la Casa Forestal de El Saler, se centraron en promover la importancia de la avifauna como atractivo para despertar vocaciones en la tarea colectiva de conservar la naturaleza.
“Salir al campo a ver pájaros puede dar mucha más información de lo que podamos pensar. A la larga, esas acciones son una forma de hacer ciencia, un seguimiento a largo plazo que da una serie de indicadores de información relevante y esencial para el conocimiento sobre cómo evolucionan las aves en nuestros ecosistemas”, explica Bosco Dies, coordinador de Proyectos de la Fundació Assut.
Para el naturalista y divulgador gallego Antonio Sandoval, que presentó en el festival la cuarta edición de su libro ¿Para qué sirven las aves? (Tundra), la observación de las aves no solo constituye una herramienta cargada de futuro para proteger el medio ambiente y aportar una forma de turismo distinto: “Fijándonos en los elementos de la naturaleza, sobre todo aquellos más atractivos como pueden ser las aves, podemos recuperar un diálogo con el medio natural que nuestra forma de organización social ha ido perdiendo en las últimas décadas y que es fundamental para que las próximas generaciones recuperen las formas de vida que no deberían haberse perdido”.
Turismo compatible con la conservación
Hablar de aves es también hablar de turismo. Pero no de cualquier tipo de actividad turística. Hacer compatible la conservación de los espacios naturales y la visita de turistas, administraciones públicas y empresas locales del sector pretenden fomentar el turismo ornitológico sostenible y situar la Albufera de Valencia como referente de los humedales en el mapa del movimiento birdwatching en Europa. “Sin ser un producto turístico muy masivo, es un producto que nos ayuda a posicionar la Comunitat Valenciana como un destino más amigable y sostenible”, señala Sergio Bellentani, responsable del servicio de Producto y Territorio de la Agencia Valenciana de Turismo.
“Es compatible cuando el turismo se hace con buenas prácticas de ética y respeto al medio ambiente, poniendo siempre en primer lugar la conservación de las aves y el bienestar de los animales por encima del interés del turista. Por ejemplo, no vas a llevar a ver un nido cuando está en época de reproducción. Se trata de fomentar buenas prácticas para que las realicen cuando ellos mismos vayan solos”, destaca el naturalista y educador ambiental Virgilio Beltrán, responsable de ACTIO Birding y organizador del festival.
Con la clausura del festival, llegó la jornada preferida de los apasionados del pajareo: la maratón ornitológica, un recorrido de 45 kilómetros en coche durante cinco horas visitando campos de arroz y huerta, puertos y tancats, donde los asistentes compiten por descubrir los rincones secretos con un único objetivo: avistar el mayor número de especies de aves.
Pero la maratón significa mucho más que una competición. También es una oportunidad para apreciar nuestro entorno. En el recorrido pudimos conocer de cerca algunos de los escenarios más valiosos de recuperación ambiental de la Albufera, el Tancat de la Pipa y el Tancat de la Milia.
“Tenemos un conjunto de hábitats de agua dulce que se han recreado a partir de un antiguo campo de arroz y funcionan como zona de reserva, en las que no se puede ni cazar ni pescar, y la gestionamos teniendo en cuenta su sensibilidad. Tenemos muchas aves que hacen parada migratoria y gastan estos espacios para nidificar y pasar el invierno”, indica Lucía Moreno, portavoz de Acció Ecologista Agró.
Una de las asignaturas pendientes del lago y del parque natural es la entrada del agua de calidad y en cantidad, además de los problemas como las edificaciones. Pero la que mueve y es motivo de unión de la población valenciana es la recuperación del espacio después del colapso ecológico de los años 70”, añade Sergi Campillo, concejal de la Devesa-Albufera.
La segunda edición del festival de L’Albufera de les Aves pone el punto final dejando patente la necesidad de más infraestructuras y ayudas para potenciar el turismo sostenible y de proximidad en nuestros espacios naturales. Son retos que debemos asumir entre todos, pero todavía no es tarde.