“Si no leemos, la cabeza se llena de pajaritos y, los pajaritos de la no tienen plumas ni anillas identificativas. Han nacido de las puntadas hechas artesanalmente por unas manos que dominan la técnica de la aguja de gancho.

Si la miras por detrás se ve la cabeza de una Fallera. Moños y Peineta de plata. La falla, por arte de magia, se transforma en una biblioteca al mirarla por delante.

Las estanterías llenas de libros infantiles y juveniles, de un gran valor emocional, porque los han dado fallerets y falleretes de la Comisión Fallera a fin de que otros niños y niñas los puedan leer. Una buena lección para aprender a compartir y hacer que los libros se compartan.

Es una iniciativa de fomento de la lectura llamada Pasalibros o, en la Falla Mossén Sorell-Corona, Creuallibres. Hay libros viejos de tanto de leerlos y, también, nuevos para estrenar que, desinteresadamente, ha cedido la  Un centenar de publicaciones escritas en valenciano e ilustrados por dibujantes de aquí.

La noche mágica de San José, los libros de la bibliofalla se salvarán del fuego, porque los libros, como sabéis, nunca se queman. Continuarán viaje para llenar de historias e ilusiones las cabezas de otros niños y niñas valencianas con la ayuda de diferentes ONG y entidades sociales.

La falla infantil de la comisión Mossén Sorell-Corona ha sido creada por la artista fallera y periodista Mónica Antequera y es ecológica. Por dentro, el esqueleto lo forman unas cestas de mimbre, por fuera todo es madera, como los muñecos que, además, mueven cabeza, brazos y piernas. Los cabellos de lana son suaves y las vestimentas de tela de saco.

Todo materiales naturales que no perjudican el medio ambiente y alimentan la cultura y la fiesta. Si queréis verla: antes del día 19 de marzo, a la Comisión Mossén Sorell-Corona cerca de la Beneficencia en Valencia. Buenas Fallas, sin humos negros.