Masovería, la vida en la montaña

El programa 86 de Samarucdigital se adentra en el mundo de los masoveros actuales y analiza los reto

A La Carta À Punt Mèdia

Una forma de vida ligada a los ciclos naturales, testigo de una agricultura histórica, de interior, producto de los movimientos de la población entre los siglos XVIII y XIX. Las masías, o ‘masos’, son un símbolo de aislamiento y autosuficiencia, obligada o buscada, entre montañas y tierras de pan, donde el trigo era el cultivo preferente.

El paisaje de los masos es el paisaje de la paciencia, modelado a mano y con los materiales al alcance en el entorno. La vivienda se levanta en el centro de los campos irregulares en terrazas superpuestas, limitados por la piedra seca, y bancales siguiendo curvas de nivel que aprovechan la escorrentía del agua. El bosque no para lejos, y provee de leña para cocinar y calentarse.


En la actualidad, ese paisaje social y cultural del pasado intenta revivir, resistiéndose a desaparecer por la atracción del trasiego urbano. Mientras la última generación de masos todavía conserva algunos de sus protagonistas, algunas familias cambian la ciudad por la vida masovera, y hacen de estos espacios algo más que un legado en silencio. La vida de los masoveros y las masoveras es protagonista del nuevo capítulo de Samarucdigital. Pero no queremos hacer una lectura de la ruralidad perdida, sino conocer cómo vive, y qué retos tiene, la gente que habita hoy las masías antiguas.

Un paisaje cultural de aislamiento y dispersión

En las tierras más altas del territorio valenciano, “serían los masoveros quienes dieron forma a la alternancia entre bosques y labrantíos que dibuja una frágil armonía entre humanos y naturaleza que ha llegado hasta la actualidad. Su belleza reclama un esfuerzo social para mantenerla”. Esto lo escribía hace unos años en la revista Mètode, la publicación dedicada a la difusión de la ciencia de la Universitat de València, el escritor Enric Roncero, uno de los divulgadores más reconocidos de la vida de los mases y los masoveros. Autor de títulos como Penyagolosa: Paisatges del Sostre d’un País, Al voltant del Penyagolosa y A colp de pedal.


Con él repasamos la evolución del masover tradicional, entendido como el agricultor que trabaja la tierra de otro y que, a cambio, tiene que librar al amo una parte de la cosecha, hasta la masoveria actual, y conocemos por qué el mas es mucho más que una casa o conjunto de casas dispersas a la montaña.

De la ciudad a la montaña, la migración a la inversa

Cada vez hay menos testigos directos de la forma de vida tradicional de los masoveros. Pero no significa que la masovería esté desaparecida. A pesar de que muchos pobladores dispersos de las masías marcharon a repoblar la periferia de las ciudades, algunos urbanitas hicieron el camino contrario, como un tipo de migración a la inversa. Fue el caso de Maribel Sancho, que en la década de los 70, cuando ella y su pareja eran estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras de València, decidieron arraigar en el Macizo del Penyagolosa, un territorio que, con los años, se ha tornado en el hogar de buscadores de una vida alternativa.

Masía Roncales

El sueño de una vida más natural de Maribel y su compañero fue un viaje iniciático con varias etapas: primero, Xodos, con un valle cálido, y con posibilidades de cultivar su propia huerta; después, en el límite con Teruel, en una masía centenaria al lado del nacimiento del río Carbo. En Villahermosa del Río, Maribel y su marido, Jordi, habitan la Masía Roncales, que ha pasado de ser un símbolo de la escuela alternativa rural a una casa reconocida como el precedente pionero del 'boom' del turismo de interior.

Educación ambiental, el oxígeno para los nuevos masoveros

La educación ambiental, además del turismo rural, es una de las vías que dan oxígeno a la vida masovera. Un ejemplo conocido corresponde al Mas de Noguera, en la comarca del Alt Palància, un proyecto cooperativo que arrancó en los años 80 para recuperar el patrimonio rural y fomentar la educación ambiental, bajo las premisas de autogestión, cooperación y sostenibilidad. Todo para ayudar a construir una sociedad más crítica con los problemas ambientales.

 Mas de Noguera

Y de este mas ubicado entre las sierras de Caudiel y de Cerdaña, que se ha consolidado como centro de educación ambiental, albergue de agroturismo y granja agroecológica, hablamos con Omar Marsilla, miembro del equipo de educación ambiental y agroturismo del Mas de Noguera, una masía en medio de la naturaleza que solo utiliza energías renovables, reutiliza sus residuos en los campos de cultivo o los animales, lo que no puede reutilizar lo recicla, y depura el agua de la finca.

So de la Natura PGM 86: Lechuza. Tyto alba.

No es ningún secreto que Batiste Miquel es un amante de los pájaros. Por eso, la protagonista de la nueva entrega del So de la Natura es una ave muy bella, y nocturna.


“No había ordenadores, ni televisión, ni teléfonos. El masover salía un momento de borde el fuego para ver la noche: el cielo nítido, lleno de estrellas era el espectáculo y la banda sonora la ponían los animales nocturnos, en este caso: la lechuza”, relata nuestro colaborador.

Finestra del Samaruc 86: Alfons Cervera, la Serranía

Hablando de tierras adentro, nos asomamos por la Finestra del Samaruc hacia la comarca de los Serranos. Desde su pueblo, Gestalgar, el escritor y columnista Alfons Cervera nos hace algo más que una descripción romántica del mundo rural, con una visión crítica de las actuaciones sobre el despoblamiento del interior valenciano.


Biblioteca Verda 86: “Maquis i masovers”, Raül González Devís

Los maquis constituyeron la amenaza más arriesgada contra el franquismo. El 1946 nació la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, que actuó en las comarcas del sur de Aragón y Cataluña, y del norte del territorio valenciano, un espacio disperso, montañoso y conflictivo por la compleja y tensa relación entre los campesinos y los guerrilleros. La Biblioteca Verda acoge el título “Maquis y masovers. Entre la resistencia, la supervivencia y el terror”, el libro en que el profesor de Geografía e Historia, Raül González Devís, describe la relación que tuvieron los miembros de aquella agrupación con los masoveros de la zona.



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