Cuatro tortugas han vuelto al mar para seguir su camino desde la playa del Saler, en Valencia. Son cuatro ejemplares de Caretta caretta, conocida como tortuga boba, que habían sido capturadas de manera involuntaria. Es la principal especie en el Mediterráneo y la que más sufre los efectos de la pesca accidental. Cada año la flota de palangre de superficie española captura accidentalmente unas 20.000 de estas tortugas según la asociación WWF. Un 24% mueren directamente y un 37% quedan heridas por los anzuelos o el hilo de pescar.

Recuperar los ejemplares heridos es el objetivo del l’Arca de la Mar, que funciona como un hospital de tortugas en el Oceanogràfic de València. Todo dentro de un sistema donde colaboran el centro de recuperación de fauna de la conselleria de Medio Ambiente  (La Granja de El Saler) y Universitad de València . Los técnicos de fauna marina recogen los ejemplares heridos que encuentran los pescadores. Sólo hay que llamar al teléfono 112 para que se hagan cargo de ellas y cuando las tortugas están plenamente recuperadas son liberadas en el mar.

Más de 500 tortugas recuperadas

Este sistema ha permitido recuperar más 500 tortugas desde 1994, cuando comenzaron a ser recogidas en la Granja de El Saler. De ellas 367 estaban vivas y un 90 por ciento han podido volver al mar en buen estado. Además se produce el hecho excepcional que desde 2007 se ha detectado la puesta de huevos de tortuga boba en diferentes puntos de las costas valencianas. Un hecho insólito y de gran importancia científica.

Nacidas el 9 de Octubre

Los nidos han sido vigilados por voluntarios de la asociación Xaloc  hasta el nacimiento de las crías, como en el último caso que contó con la colaboración del Parador de Turismo del Saler y la Unidad Militar de Emergencias (UME). De ello podeis encontrar más información en SamarucDigital en diferentes reportajes los que publicamos hasta su nacimiento, el 9 de Octubre de 2015. Las tortugas bobas son filopàtriques, es decir, siempre vuelven a criar al lugar donde nacieron.

Estos reptiles marinos, catalogados en peligro de extinción, cumplen un importante papel en la cadena alimentaria marina. Uno de los platos predilectos de su menú son las medusas, que tantas molestias provocan a los humanos. De hecho otra causa importante de mortalidad entre las tortugas son los plásticos que confunden con su golosa comida. De momento, desde hace poco cuatro tortugas más vuelven a viajar por aguas del Mediterráneo en busca de un nuevo futuro.