La Posidonia oceanica de Almardá resiste

Submarinistas de AE-Agró y el Club Buzos analizan por cuarto año consecutivo la salud de la pradería de posidonia (Posidonia oceanica) del litoral de Almardà, en el término municipal de Sagunto. La pradera se mantiene estable, incluso, se aprecia una tendencia positiva en su cobertura. Las praderas de Posidonia oceanica constituyen el ecosistema marino más importante, complejo y extendido del mar Mediterráneo. Puede considerarse una planta indicadora de aguas limpias, bien oxigenadas y exentas de contaminación.

Una polémica televisiva ha llevado a la Posidonia oceánica a los titulares de periódicos y a la viralidad en redes sociales. Fue cuando un reportero de la cadena autonómica de televisión À Punt entrevistó a un turista madrileño que calificaba de “mierda” la acumulación de esta planta marina en la playa de Denia, Alicante. El reportero, David Torres del programa 'À Punt Directe', reaccionó y le contestó: "Hombre, eso son algas, eso no tiene nada que ver con la suciedad, eso es naturaleza”.

Planta marina endémica del mediterráneo.

Gracias a esta polémica muchos usuarios de las playas han podido conocer, que esa “mierda” son en realidad los arribazones (acumulaciones de hojas muertas) de Posidonia oceánica una planta marina endémica del mediterráneo y que estas estructuras son muy beneficiosas para los ya bastante perjudicados entornos litorales. Precisamente su presencia es síntoma y una prueba evidente de que el entorno marino goza de una buena calidad y un buen estado de conservación. 

Foto: Albert Kok

A pesar de que se la confunde con un alga, la Posidónia es una fanerógama marina endémica del Mediterráneo, es decir una planta superior con hojas, flores y frutos, semejante a las plantas terrestres que todos conocemos, forma praderas submarinas que colonizan los fondos arenosos hasta unos 40 m de profundidad, donde todavía hay luz suficiente que le permita desarrollar la fotosíntesis. Su origen evolutivo son ciertos grupos de fanerógamas terrestres que se adaptaron a la vida acuática hace aproximadamente unos 140 millones de años, es considerada la especie más longeva de la biosfera. Las praderas de Posidonia oceánica, que ocupa una superficie estimada de de 35,000 km2 (el 23% del fondo marino) producen una serie de servicios al ecosistema marino de nuestras costas que las hace imprescindibles para el funcionamiento del ecosistema y su conservación. Es la principal fuente de entrada de materia orgánica (carbono) y oxigenación del Mediterráneo ( producen entre 4 y 20 litros de oxígeno diarios por cada metro cuadrado). Un estudio del IMEDEA puso de manifiesto  que las praderas de posidonia son capaces de almacenar el doble de carbono que los bosques templados y tropicales del planeta. Tanto las praderas como los arribazones reducen la energía del oleaje y las corrientes protegiendo el litoral de la erosión. En ellas multitud de especies encuentran cobijo, alimento y lugar de reproducción y cría, incluso para numerosas especies de interés comercial. Son el hábitat de más de 400 especies de plantas y 1000 de animales. 

En regresión en todo el Mediterráneo debido a la acción antrópica..

Originariamente su distribución por el litoral mediterráneo español era casi continua, siendo en la actualidad muy irregular y habiendo desaparecido en muchos lugares  debido principalmente a las diferentes actividades humanas. Diferentes organizaciones han dado la voz de alerta sobre la degradación de este importante ecosistema, vital para los intereses turísticos y pesqueros de nuestro país. Científicos del CSIC han calculado que más de una cuarta parte de su extensión global se ha destruido. Esta regresión es evidente en las las zonas costeras urbanizadas. Han afectado y afectan a sus poblaciones la construcción de espigones, puertos, rompeolas y la regeneración de playas. A ello cabe añadir los vertidos contaminantes, el impacto del turismo, los efectos de la pesca de arrastre ilegal, el fondeo de embarcaciones, las prácticas de acuicultura cercanas a las praderas y la introducción de especies exóticas invasoras como Caulerpa racemosa, Asparagopsis taxiformis y Lophocladia lallemandii todas ellas detectadas en varios puntos de la costa valenciana. 

Voluntarios de Acció Ecologista-Agró Camp de Morvedre y el Club Buzos

Acción Ecologista Agró recuerda que hasta la década de los años 70 del siglo pasado, una espectacular pradería marina de posidonia se extendía desde Canet de Berenguer (Camp de Morvedre, Valencia) hasta la localidad de Almenara (La Plana Baixa, Castelló). Pero, a causa del uso de fertilizantes químicos en la agricultura, de la pesca de arrastre, de la contaminación del emisario submarino de Canet y de las modificaciones de la dinámica litoral por puertos y espigones, ahora solo nos queda un pequeño vestigio de la gran pradería de posidonia del Camp de Morvedre. Concretamente, ante la playa de Almardà, al término municipal de Sagunto.

Por todas estas amenazas es considerado un hábitat prioritario en cuanto a protección dentro del territorio de la Unión Europea. y aparece, por ello, en el anexo I de la Directiva Hábitats (92/43/CEE). El Reglamento de Pesca de la Unión Europea para el Mediterráneo, prohíbe expresamente la pesca de arrastre sobre praderas de fanerógamas marinas. En España se considera a las praderas como sistemas a conservar para lo cual en Real Decreto de 7 de diciembre de 1995 (BOE núm. 310, de 28 de diciembre de 1995) se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Su valor ecológico es también motivo de inclusión en el Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazadas (Anexo III. Especies vigiladas),

Asegurar su conservación en el Camp de Morvedre

Para asegurar la correcta conservación de este tesoro medioambiental que esconde nuestra mar, el colectivo comarcal de Acción Ecologista-Agró Camp de Morvedre puso en marcha en 2016 un proyecto de voluntariado submarino con la colaboración del Club Buzos y el asesoramiento del Instituto de Ecología Litoral. Esta iniciativa de ciencia ciudadana se enmarca dentro del programa POSIMED y consiste a realizar anualmente un voluntariado submarino de seguimiento y control de este alguer.

Después de cuatro años de estudio la organización ecologista afirma que la pradera de Almardà se mantiene estable, tanto por lo que respecta a la densidad de fajos de posidonia como la cobertura del fondo marino. Así se desprende del análisis realizado por el Instituto de Ecología Litoral con los datos recogidos por AE-Agró y el Club Buzos entre 2016 y 2019. De hecho, incluso se aprecia una tendencia positiva en la cobertura del fondo marino que habrá que verificar durante los próximos años.

Voluntarios de Acció Ecologista-Agró Camp de Morvedre y el Club Buzos

Desde AE-Agró consideran que el abandono agrícola, y la consiguiente reducción de las aportaciones de aguas cargadas de fertilizantes químicos a la mar, así como la mejora en la depuración de aguas urbanas e industriales y el control y reducción de la pesca de arrastre son factores que explican que esta pradería de posidonia se mantenga estable.

Pero según AE-Agró, para la correcta conservación de la prdera de Almardà, que como el resto de praderas de posidonia se encuentra amenazado por los efectos del Cambio Climático, sería necesario más inversiones en saneamiento, puesto que como hemos visto este verano todavía hay fecales que llegan a las playas valencianas. También haría falta promocionar la agricultura ecológica y el ahorro de agua, así como instalar filtros verdes en los humedales litorales para mejorar la calidad del agua que los marjales derraman a la mar.

Este estudio de la pradería de posidonia de Almardà constató en 2017 el colapso de la población de nácares (Pinna nobilis) del Camp de Morvedre por culpa de un parásito. Concretamente, el Haplosporidium pinnae, responsable de la muerte masiva de nácares en el Mediterráneo y de la desaparición de sus poblaciones en el litoral de Andalucía, Murcia, las Islas Baleares y el País Valenciano. Destacar también que en 2018 se detectó la proliferación en esta pradera de la Caulerpa cylindracea, una especie exótica invasora que compite directamente con la posidonia. Pero, por ahora, la posidonia de Almardà está aguantando bastante bien el envite de esta planta originaria de Australia.


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