El Centro de Conservación de Especies Dulceacuícolas de la Comunitat Valenciana lleva 30 años dedicado a la conservación de especies dulceacuícolas amenazadas, tanto de fauna como de flora, a través de programas de producción y cría en cautividad, su posterior reintroducción en el medio natural y actuaciones de regeneración y restauración en el medio natural con plantas autóctonas o amenazadas para proporcionar a la ictiofauna autóctona un hábitat adecuado.

En la piscifactoría del Palmar crían, cuidan y reintroduce especies marismeñas como el samaruc, el fartet y el espinoso, o fluviales como la loina del Jucar, galápagos como la tortuga leprosa, anfibios como el gallipato o bivalvos como el Pexinot.  Una actividad que hace de la Piscifactoría del Palma un centro de referencia no sólo para otras comunidades autónomas, sino en el ámbito de la Unión Europea.

Estos trabajos se completan con acciones de control y seguimiento de las especies exóticas invasoras (la gambusia, la perca sol, el gobio), que afectan cada año en mayor medida a las zonas húmedas y los ríos dela Comunitat Valenciana, y prospecciones periódicas en el medio, para determinar el estado de conservación, tanto de las poblaciones naturales como de las reintroducidas. 

Pilar Risueño, directora del centro, y su equipo, José Velazquez, Jesús Hernández y Antonio Pradillo,  nos muestra en situ este trabajo de control, en este caso de Loina del Xùque en el Rio magro. 

 José Velazquez, Jesús Hernández y Antonio Pradillo 

La Loina del Jucar, sobrevive en río Magro 

El samaruc es la especie icónica de la conservación de endemismos de agua dulce, pero hoy en día la especie de ictiofauna más amenazada quizás sea la Loina del Xùquer, Parachondrostoma arrigonis. Este pequeño y alargado ciprínido plateado de no más de 30 cm, sólo tiene poblaciones en buen estado en el río Magro y el Barranco del Nacimiento. En la actualidad está considerado "en peligro de extinción" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y en el Catálogo Regional de la Comunidad Valenciana debido principalmente a la excesiva contaminación de algunas aguas, a la construcción de presas y diques, a la extracción de áridos de los lechos de los ríos y, sobre todo, a la introducción de especies alóctonas que, o bien colonizan su hábitat (como sucede en el caso de la boga de río), desplazando a la loina por competencia, o predan sobre la puesta de huevos de ésta, como es el caso del gobio (Gobio lozanoi) o la perca sol (Lepomis gibbosus). Tanto en Castilla La Mancha como en la Comunidad Valenciana, la pesca de la loina está prohibida. Actualmente está considerada en “peligro crítico” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN)

En retroceso en el Cabriel

Una de las causas de este retroceso es la franca recesión de sus poblaciones en el río Cabriel. En los últimos años sólo se realizan capturas esporádicas lo que confirma, año tras año, el deterioro de las poblaciones de peces en este afluente del Júcar.

La freza de la loina suele darse entre los meses de marzo y mayo. Suele remontar los cursos fluviales que habita, buscando zonas someras de grava y cantos rodados con aguas bien oxigenadas en las que poner y fecundar sus huevos. La distorsión del régimen natural del Cabriel por la presa de Contreras, con bruscas oscilaciones de caudal, afecta directamente a la especie, bien reduciendo sus fuentes de alimento, bien eliminando sus puestas o impidiendo sus desplazamientos reproductores. En verano, que se abre la presa para el riego de la agricultura, hay unos regimenes de agua muy altos y agua muy fría justo en la época de freza de la Loina que hacen que su reproducción no sea exitosa. Esto no afecta sólo a la loina sino a la mayoría de los peces del Cabriel.

Acciones de conservación:

Ante esta grabe situación de conservación de la loina del Xuquer la Genaralitat Valenciana puso en marcha en 2010 un proyecto de cría en cautividad en la Piscifactoria del Palmar con resultado exitoso.  Poco a poco se ha conseguido que la especie se estabilice y empiece a criar. En la actualidad se producen al año unas doscientas madrillas En los últimos 4 años se han hecho reintroducciones en cuatro puntos diferentes de la comunidad valenciana con éxito en tres de ellas en las que se han consolidado poblaciones estables. Además, ejemplares de la especie van ha ser cedidos a Castilla la Mancha para que comiencen su propio programa de cría y se puedan conectar genéticamente sus poblaciones con las de las de la Comunitat Valenciana.

El futuro de la Loina pasa en opinión de Pilar en la evolución de las exóticas, pero también de campañas de concienciación entre pescadores deportivos y en los colegios. Lo que se pretende en conservación es bajar el estado de vulneración de la especie y eso se consigue aumentando la distribución mediante reintroducciones y protegiendo las zonas de los ríos no colonizadas por especies invasoras.