La Diputació de València contribuye al ahorro energético

La energía es un elemento central de desarrollo. Sin ella, las comunidades vivirían en la oscuridad, los servicios esenciales médicos y educativos no podrían funcionar, y las empresas operarían bajo graves limitaciones. El consumo energético también hace posible las inversiones, la innovación y las nuevas industrias, los motores de la creación de ocupación y del crecimiento de la economía global. El acceso a un nivel suficiente y sostenible de energía también resulta esencial para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, y constituye el eje de los esfuerzos para afrontar el cambio climático.

Se estima que una persona consume de media 38 kilovatios por hora al mes, por lo tanto para una familia de cuatro personas, la media de consumo mensual de energía llegaría a los 152 kWh. El consumo mundial de energía, proveniente de los combustibles fósiles en más de tres cuartos de los casos, se sitúa alrededor de los 140.000 teravatios cada año.

La energía más barata es aquella que no se consume. Este principio define de una manera muy sencilla el ahorro energético. Los consumidores directos, tanto los individuos como las organizaciones, pueden reducir el consumo de energía para disminuir costes y promover la sostenibilidad económica, política y ambiental.

El consumo de la energía se relaciona de forma directa con los ciclos económicos, siendo necesaria una aproximación global a través del diseño de políticas de eficiencia energética. A partir de 2008, la ralentización del crecimiento económico implicó la reducción del consumo a nivel global, con efectos sobre la emisión de gases de efecto invernadero. En ese contexto nacieron las preocupaciones actuales como por ejemplo el ahorro de energía y el efecto ambiental de la generación de energía eléctrica, buscando el desarrollo de las energías renovables y una mayor eficiencia en la producción y el consumo, teniendo presente que alrededor de 3.000 millones de personas todavía utilizan combustibles contaminantes para cocinar o como calefacción para sus viviendas, con efectos contaminantes en el aire en espacios abiertos y cerrados, y con impactos para la salud.

Día Mundial del Ahorro de Energía

La eficiencia energética consiste en utilizar la energía, normalmente, mejorando la tecnología: sustituir la caldera por otra más eficiente o instalar sistemas de aislamiento. El ahorro energético, en cambio, significa emplear menos cantidad de energía e implica un cambio de hábitos, como por ejemplo reducir las horas de uso de la calefacción o reducir la temperatura de consigna en el termostato.

La creciente sensibilización sobre el futuro energético, y la batalla en el desafío del cambio climático, requiere acciones, como por ejemplo un sencillo listado de hábitos: usar ropa adecuada de invierno para estar en casa, abrir bien las persianas durante el día para aprovechar al máximo la luz natural, ventilar sólo 10 minutos la vivienda, mantener apagadas las luces en las estancias que no se utilizan, cambiar el horno por el microondas para calentar la comida o cambiar el coche por medios de transporte más sostenibles.

La Tierra provee las principales fuentes de energía que mueve el mundo, pero a medida que se intensifica la explotación de los recursos naturales, implica un agotamiento de esta riqueza. Para darle un uso racional en correspondencia con las necesidades sociales y ambientales, es importante concienciar a la población tanto de los beneficios como de sus límites, que pueden sorprender en la medida en que se derrochan sus propiedades.

Las fuentes de energía que utilizamos a diario se originan por procesos que generan contaminación al ambiente. Como reflexión sobre el consumo energético en la vida cotidiana, se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía, impulsado desde 2012 por el World Energy Forum, principal plataforma mundial para el liderazgo energético que representa los intereses de las empresas y de los gobiernos para promover relaciones estratégicas e ideas en el mercado global. La campaña "Energía para todos" lidera las áreas de política, tecnología y finanzas como mejora de la economía mundial destinada a crear un futuro sostenible.