Las ciudades modelan la forma de vida de las personas, como lugares que permiten la interacción social, cultural, política y económica de sus habitantes. En el escenario global, las urbes afrontan los desafíos demográficos después del éxodo sin precedentes del mundo rural al urbano. En 2030, se estima que el 60% de la población mundial resida en áreas urbanas. Pero el rápido crecimiento de las ciudades pueden ser trágicas si no se cuenta con una adecuada planificación urbana.

El hábitat es el lugar donde vive un organismo y encuentra lo que necesita para sobrevivir: refugio, aire, agua, alimento y espacio. Los seres humanos, como organismos vivos, necesitan tener todos estos elementos para poder vivir. Como espacio construido, el control del entorno y la creación de condiciones adecuadas a las necesidades y al desarrollo de las diversas actividades son cuestiones que el humano se ha planteado desde sus orígenes. El diseño de la vivienda a lo largo de la historia refleja las diferentes soluciones frente al problema de proveerse de un entorno controlado, donde la adaptación humana al medio ambiente sigue siendo un principio esencial.

Los efectos de una deficiente política de urbanización se notan, en varios lugares del planeta, con la falta de viviendas apropiadas y la creación de zonas deprimidas y sin infraestructuras, fomentando problemáticas sociales como la pobreza, la desocupación, la delincuencia, la contaminación y dificultades de salud pública, acompañadas de respuestas insuficientes ante los desastres naturales derivados del efecto del cambio climático.

Todas las estimaciones apuntan que en 2030 las poblaciones urbanas habrán crecido hasta duplicar el tamaño de las rurales. Además, se calcula que, en la actualidad, mil millones de personas en todo el mundo se alojan en viviendas inadecuadas, y más de 100 millones de estas carecen por completo de hogar.

Atendiendo estos retos, los líderes mundiales crearon en 2015 el Objetivo número 11 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que propone la creación de ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.

Ante la importancia del hábitat, el crecimiento de la población y las condiciones del entorno, el 17 de diciembre de 1985 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 40/202 decidió designar el primer lunes de octubre de cada año Día Mundial del Hábitat para reflexionar sobre el estado de los pueblos y ciudades y sobre el derecho básico de todos a una vivienda adecuada. También tiene la intención de recordar en el mundo que todos tenemos el poder y la responsabilidad de modelar el futuro de nuestras ciudades y nuestros pueblos.

Así mismo, la ONU creó una agencia especializada en la gestión y el desarrollo integral de los asentamientos humanos, la CNUAH (Hábitat), que trabaja principalmente por el logro del derecho de todo ser humano para contar con un lugar en el que vivir en paz y dignidad, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los más necesitados en los asentamientos de bajos ingresos.

La Diputació de València con el hábitat

Cada año, el Día Mundial del Hábitat adopta un nuevo tema para promover políticas de desarrollo sostenible que garanticen una vivienda adecuada para todos en áreas focales como la vivienda y servicios sociales inclusivos; uno entorno de vida seguro y saludable para todos; transporte y energía asequibles y sostenibles; promoción, protección y restauración de espacios verdes urbanos; agua potable, limpia y segura y saneamiento; calidad del aire saludable, y creación de ocupación; y mejor planificación urbana y mejoramiento de barrios marginales.

Bajo el eslogan "Ciudades que gestionan bien los residuos", las celebraciones de este año buscan concienciar sobre las medidas para abordar los desafíos en el Manejo de Residuos Sólidos Municipales. La campaña busca, además, concertar esfuerzos y realizar actividades destinadas a crear conciencia del reto mundial de gestionar los residuos sólidos municipales que todos los entornos urbanos necesitamos abordar; facilitar un entorno para impulsar y desarrollar políticas, diálogos y alianzas; promover la creación de soluciones innovadoras; y movilizar recursos para hacer frente a los desafíos municipales de los residuos sólidos.

La campaña internacional incluye la ejecución de una serie de eventos alrededor del día central, así como la difusión de herramientas de comunicación a través de varios canales, como oportunidad para reflexionar sobre el estado actual de la vivienda en general y tomar acciones para hacer de las ciudades comunidades más seguras y habitables. El evento principal tendrá lugar en Nairobi (Kenia).