La carabela portuguesa o Physalis physalis, no se puede considerar como una medusa verdadera, ya que en sí constituye una colonia de pólipos, entre los cuales, los más característicos son los que conforman su flotador o neumatóforo, que suele medir entre 15 y 30 cm. Sus tentáculos son muy largos y extendidos pueden alcanzar los 10 m. Su veneno es muy potente y puede producir parálisis. No son habituales en el Mediterráneo, pero pueden producirse entradas masivas de estos enjambres desde las aguas atlánticas, particularmente desde las aguas del archipiélago de Madeira – Azores. En consecuencia, su presencia en las aguas de la Comunidad Valenciana es esporádica, y no generalizada.

Se han detectado avistamientos en las costas de: Benidorm, Calpe, Sant Joan...Provocando el cierre temporal de sus playas ,como en Altea. Informa el Instituto de Ecología del Litoral.

 Causas de su presencia

La presencia de estas especies se circunscribe al período primaveral, principalmente a finales del mes de abril, estando asociadas a las entradas de aguas atlánticas, a consecuencia de los efectos de las borrascas. La última de estas, apodada Gisele, entró por el suroeste de la península ibérica, provocando la entrada al Mediterráneo de grandes masas de aguas atlánticas, en las que se encontraban debido al desarrollo de su ciclo vital, un gran contingente de estas medusas. La entrada de estas medusas ha sido seguida por los medios de comunicación registrándose un elevado número de observaciones en Huelva, Cádiz, Ceuta, Motril, y recientemente en el Levante.

La incidencia actual de vientos de componente Este, provocan la llegada de estas medusas a las costas de alicantinas. Así en la última semana se han registrado casi medio centenar de observaciones en las playas de la provincia.

Permanencia

La presencia de carabelas portuguesas se limita a unas pocas semanas, así en la última década las observaciones registradas no muestran períodos superiores a las 3 semanas, estando directamente relacionadas con la incidencia de vientos. Por otro lado, otro factor que contribuye a acercar a estos ejemplares a las costas alicantinas, son los vientos de levante, cuya predicción es que tienden a remitir para el próximo fin de semana. Por lo tanto, las previsiones que se pueden extraer son de posible presencia o llegada de

estas medusas hasta el viernes, en cantidades decrecientes.

Las previsiones de vientos para el fin de semana pronostican la entrada de vientos de componente Oeste y Sur, que evitarán el desplazamiento de estos organismos hacia la costa.

Por otro lado, en las últimas horas no se han advertido nuevas observaciones de carabelas portuguesas por lo que todo parece indicar que el riesgo se está disipando.

Principales depredadores de la caravela portuguesa:

Como depredadores están: las tortugas bobas Caretta caretta y de carey Eretmochelys imbricata, la babosa de mar Glaucus atlanticus, el caracol violeta Janthina janthina, el pulpo manta Tremoctopus robsoni (sus individuos jóvenes tienen tentáculos de Carabela portuguesa, presumiblemente con finalidades ofensivas y/o defensivos) i el pez luna Mola mola, su dieta consta de medusas, pero también puede incluir ejemplares de carabela.

Recomendaciones

Ante el posible avistamiento o llegada de medusas carabela portuguesa en las costas se recomienda:

Si hay competiciones de natación en aguas abiertas o hay habilitado algún canal para la práctica de este deporte, garantizar que haya asistencia de embarcaciones de apoyo, o en su defecto suspender el evento.

Evitar el baño, y en caso de ejemplares varados en las playas, su manipulación. El personal de limpieza de playas, debe retirarlas con el empleo de guantes o palas. Las medusas retiradas pueden ser enterradas en parcelas municipales, pero nunca en las playas.

 Hay que tener en cuenta que en el ser humano, el veneno de la carabela portuguesa tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, produciendo un dolor muy intenso.

Su picadura puede provocar fuertes dolores, vómitos y fiebre, náuseas e incluso resultar mortal. Su veneno es muy peligroso y permanece activo incluso cuando el ejemplar haya sido retirado a la arena. En caso de picadura, lo primero es actuar para neutralizar el veneno retirando los restos de los tentáculos de nuestra piel. Según el lugar donde nos pille y en función de la distancia ir a un puesto de socorro o a una farmacia, se puede intentar lavar la zona con alcohol o con agua salada. Nunca usar nunca agua dulce porque intensifica los efectos.

 Tampoco está recomendado usar vinagre, algo que sí funciona con la medusa común. Usar después de todo el proceso de curas una crema con cortisona