La caza en l'Albufera, una actividad excluyente

La actividad cinegética dentro de este espacio natural “protegido”, supone una limitación de la actividad de las empresas de Turismo Ornitológico. La Asociación de Guías de Birding de la Comunidad Valenciana exige una mayor transparencia en las decisiones del director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental en cuanto a los periodos autorizados para la práctica de la caza en la Albufera y una mayor regulación de la facultad que tienen los gestores de los cotos de caza de prohibir la circulación de vehículos por este espacio natural más allá de los días hábiles.

La caza es una de las muchas actividades que se realizan en el Parque Natural de la Albufera pero, al contrario que otras como la restauración, los paseos en barca o la pesca, no resulta compatible con aquellas que ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar de la naturaleza de una forma sostenible como son el turismo de observación de aves (“birdwatching”) o el cicloturismo, por citar algunas.

La actividad cinegética dentro de este espacio natural “protegido”, supone una limitación de la actividad de las empresas de Turismo Ornitológico que "operamos" en él ya que, durante el periodo en que los cazadores tienen autorización para disparar sobre las aves, muchos de los caminos que circundan la Albufera y que permiten el desplazamiento entre los arrozales se hayan permanentemente cortados por los gestores de los cotos cinegéticos.


El periodo de caza en la Albufera es una época en la que, literalmente, los cazadores se adueñan del parque. Por si fuera poco la regulación de esta actividad esta revestida de cierta “discrecionalidad”. El establecimiento del período de caza de aves acuáticas en el Parque Natural de la Albufera es una de las dos únicas excepciones a la resolución por la que cada año se fijan los períodos hábiles y las normas de caza en la Comunitat Valenciana.

Es el director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, el que acuerda con los cotos el periodo de caza en este humedal cada año y es algo que el resto de colectivos desconoce. Para la temporada 2021-22, este no se ha hecho público ni comunicado a los diferentes colectivos que desarrollan su actividad dentro del Parque Natural de la Albufera, aunque de manera “extraoficial” algunas organizaciones radicadas en la Albufera sí lo conocen. Y esto es un hecho que se repite cada año.

Desde la Asociación de Guías de Birding de la Comunidad Valenciana queremos denunciar esta situación.

Somos una asociación constituida por empresas turísticas, inscritas en el registro de empresas de Turismo Activo de la Generalitat Valenciana, que utilizamos este espacio natural y sus caminos para el desarrollo de nuestra actividad profesional.  Una actividad que consiste en mostrar a los visitantes del parque, tanto nacionales como extranjeros, la variedad de hábitats y la biodiversidad, especialmente de aves, de este espacio natural.  Un humedal de los más importantes de la península ibérica como demuestra su inclusión en la lista RAMSAR de Humedales de Relevancia Internacional desde 1990.

¿Alguien entendería que a los comerciantes u hosteleros de Valencia no se les informase del cierre de calles por instalación de carpas durante las fiestas falleras?¿Sería comprensible que no se advirtiese a los taxistas de cuales serán las calles cortadas durante la celebración de la Maratón de Valencia?

Pues a las empresas turísticas no se nos informa del corte de caminos, ni de las fechas en las que se van a producir, ni de los horarios en que, eventualmente, se podría circular porque no hay actividad cinegética. Esta falta de transparencia implica que las empresas turísticas podemos encontrarnos con visitas acordadas que no podemos realizar con los recorridos previstos y pactados con los clientes, por los cortes de caminos públicos que atraviesan los cotos.  Sin el conocimiento previo de las fechas no podemos planificar nuestra actividad con la antelación suficiente.

Por otra parte este periodo de caza, que ya empezó el día 23 de septiembre, se prolongará durante más de 3 meses comprendiendo todos los fines de semana y festivos hasta principios de febrero. Unas fechas que coinciden con el paso migratorio y la invernada de miles de aves acuáticas procedentes del norte de Europa y que resultan muy atractivas para los visitantes de este espacio natural. 

Además, vemos que durante 16 de las 52 semanas del año tendremos nuestra actividad limitada. Solo haciendo un sencillo calculo podemos ver el impacto que esta actividad tiene sobre la nuestra ya que durante más del 30 % del calendario anual la Albufera no es practicable para el turismo ornitológico.

Penosa imagen en cuanto a la conservación de las aves en un Parque Natural y de nuestra marca turística.

Se podría argumentar que la caza solo se produce los fines de semana. Pero, dejando de lado que muchos caminos que atraviesan los cotos no se abren tampoco entre semana, es también durante los fines de semana cuando se desarrolla la mayor parte de la actividad turística. Aunque realicemos los recorridos por las zonas no cortadas (algo complicado para dar un servicio de calidad) ello obliga a los guías de birding a trabajar con el ruido de fondo de un tiroteo casi continuo. 

Son muchas las explicaciones que hay que dar a los clientes sobre un hecho impactante, incomprensible y muy desagradable para muchos de ellos que no entienden que un espacio protegido, dedicado a la conservación, pueda ser al mismo tiempo un coto de caza. Un hecho que da una penosa imagen en cuanto a la conservación de las aves en un Parque Natural y de nuestra marca turística.

Exigimos una mayor transparencia en las decisiones del director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental en cuanto a los periodos autorizados para la práctica de la caza en la Albufera y una mayor regulación de la facultad que tienen los gestores de los cotos de caza prohibir la circulación de vehículos por este espacio natural más allá de los días hábiles.

Ojalá el nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) que se está redactando, un documento "básico" para la ordenación de la actividad económica y la protección de los recursos naturales del parque, tenga en cuenta a todas las actividades económicas, incluyendo también las turísticas, y prime aquellas más sostenibles como exige la sociedad e imponen las leyes europeas.


Etiquetas