Hace pocas semanas se presentó el libro que recoge la primera fase del “Inventario Español de Conocimientos Tradicionales relativos a la Biodiversidad” (IECTB), el primer intento para reunir y normalizar en España el conocimiento sobre el uso popular y centenario de las plantas, y en menor medida de los animales, los minerales, e incluso los ecosistemas. Un ancho equipo con más de 60 especialistas, ha reunido y registrado todas las obras escritas que han usado el método etnobiológico, es decir, la compilación esmerada de la sabiduría popular –desde el nombre de las plantas hasta su uso tradicional farmacéutico, veterinario, alimentario, industrial, etc.-, dando a conocer su ancha diversidad.

Sin duda el lector pensará que la recogida del conocimiento tradicional es un esfuerzo necesario –y por supuesto hecho contra-reloj, antes de que lo ultima generación de gente mayor del mundo rural desaparezca-, pero hasta ahora este tipo de trabajos no han disfrutado en absoluto de ninguna prioridad oficial para su desarrollo, y las directrices para incentivar económicamente la investigación científica en España les han dado -y continúan haciéndolo- la espalda sistemáticamente; lo mismo hay que decir de la gran mayoría de las comunidades autónomas, que parecen haber considerado esta materia como un tema menor, propio como mucho de diputaciones y ayuntamientos. La etnobotánica, disciplina descrita formalmente por el botánico norteamericano J. W. Harsherberg en 1895, tuvo de hecho en tierras valencianas un excelente pionero –por supuesto olvidado como en otras disciplinas en las que destacó-, el botánico de Titaguas Simón de Rojas Clemente Rubio (1777-1827), quién glosó los conocimientos y usos populares de numerosas plantas de su pueblo (Titaguas) y de la misma manera que hizo de sus viajes por Andalucía Oriental. El territorio valenciano es de hecho uno de los más ricos en especialistas etnobotánicos, de los que no haremos aquí lista por miedo al olvido de buenos expertos merecedores de ser denominados, pero dónde tiene un lugar destacado por su proyección pública el médico Joan Pellicer y Bataller (1947-2007), quién popularizó el uso tradicional de las plantas al programa “Medi Ambient” de la desaparecida Radiotelevisión Valenciana. Tal y como aquel programa reunió entonces a las máximas cotas de popularidad a los programas culturales valencianos, ahora la primera edición del IETCB parece haberlo hecho a las ediciones oficiales del MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), y esta primera tirada se agotó en pocos días, dejándonos una prueba evidente de que el interés público por el conocimiento de nuestra flora no tiene ningún paralelismo con el que demuestran los organismos encargados de la investigación científica, quien continúan sin primar en absoluto los proyectos etnobotánicos. Al menos el libro puede accederse por internet; dejamos aquí la dirección, que sin duda será útil para mucha gente interesada en su conocimiento: