Hace 20 años la Conselleria de Territorio y Vivienda de la Generalitat Valenciana decidió reintroducir cernícalos primilla (Falco naumanni) en el valle de los Alhorines, una extensa llanura cerealista ubicada entre Villena y Fontanars dels Alforins, en el interior de la provincia de Alicante. La especie se había extinguido de la Comunidad Valenciana a principios de los años 90 del siglo pasado debido a la desaparición de las colonias de reproducción. El proyecto de reintroducción pretendía recuperar las poblaciones anteriores de la especie en la zona hasta que se formara una colonia reproductora viable y dejara de estar catalogado en peligro de extinción. La coordinadora científica del proyecto fue Mercedes Alberdi.

Foto: Toni Pérez

La llegada de una central solar termo eléctrica

El valle de los Alhorines es un vasto altiplano cerealista ubicado entre Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. Se trata de uno de los territorios que recibe más índice de insolación de toda la franja mediterránea. El año 2013 se puso en funcionamiento una enorme central termo solar en el término de Villena (Alicante). Los cernícalos primilla ya habían vuelto a ocupar el valle antes de que se programara la construcción de la central. El desarrollo sostenible entre los intereses de la planta y el hábitat de los cernícalos parecía romperse. En 2005 la Universidad de Alicante a través del Grupo de Investigación de Zoología de Vertebrados dirigido por el biólogo Vicente Urios se hace cargo de investigar la compatibilidad entre los cernícalos y la Termosolar. 12 años más tarde los estudios realizados por los investigadores alicantinos apuntan que la colonia de cernícalos primilla no se ha visto afectada por la central. La población se ha mantenido, incluso ha aumentado. En la actualidad hay unas 105 parejas en la zona. Una de las causas que puede afectar a las poblaciones futuras de la especie, según los investigadores de la Universidad de Alicante, es el cambio de cultivo tradicional de cerealista en viña en espaldera.

Foto: Toni Pérez

En la actualidad la bióloga Marta Romero está realizando una tesis doctoral en el Departamento de Zoología de Vertebrados de la Universidad de Alicante. El objetivo es marcar cernícalos primilla adultos con tecnología GPS para obtener datos sobre el uso del hábitat, los movimientos, las migraciones y otros estudios ecológicos que los ayudan a proteger la especie.

Cereales y cernícalos pequeños

Los cernícalos primilla (Falco naumanni) son primos hermanos de los cernícalos comunes (Falco tinnunculus). Ambas especies son bastante similares. El primilla es más pequeño y presenta varios rasgos morfológicos que permiten su diferenciación como las garras blancas, el pecho rojizo sin manchas y otras características bien conocidas por los ornitólogos. Los cernícalos primilla migran a África mientras que los comunes habitan todo el año entre nosotros. Los primilla estaban ligados a los ambientes cerealistas del territorio valenciano, un paisaje tradicional en vías de desaparición que está siendo sustituido por el cultivo de la vid. La presencia de los cernícalos indica un medio agrícola natural y bien conservado, ya que las rapaces se alimentan fundamentalmente de grandes insectos como saltamontes, grillos, escolopendras, escarabajos y a veces ratones que no han sido envenenados con plaguicidas. Son por tanto aves aliadas y beneficiosas de la agricultura y del agricultor.

Foto: Toni Pérez