Drones al servicio de la naturaleza
El Servicio de Vida Silvestre de la Consejería de Medio Ambiente está probando el uso de drones con cámaras térmicas para estimar poblaciones de ungulados. La técnica se ha utilizado en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares para calcular el número aproximado de jabalíes que durante los últimos meses protagonizan diversos conflictos en fincas privadas de cítricos.
Censar jabalíes (Sus scrofa) para estimar su población es muy difícil. Se trata de animales crepusculares y nocturnos que desarrollan buena parte de su actividad durante la oscuridad. Contar estos animales se complica si el hábitat que han elegido para vivir es una zona como la desembocadura del río Mijares, entre las poblaciones castellonenses de Borriana y Almassora. El Mijares en el tramo inferior, tocando al mar, forma una densa vegetación constituida básicamente por cañas invasoras, carrizales y espadañas. Los jabalíes se esconden perfectamente entre esta apretada vegetación y resulta prácticamente imposible localizarlos.
Vuelos térmicos
Desde hace unos años la tecnología de los drones se ha puesto al servicio de la naturaleza, entre muchísimas otras aplicaciones. Las imágenes termo gráficas tomadas desde aeronaves pilotadas por control remoto están resultando muy útiles a la hora de descubrir poblaciones de fauna salvaje. Este es el ejemplo de los jabalíes de la desembocadura del Mijares. El Consorcio río Mijares formado por la Conselleria de Medio Ambiente, la Diputación de Castellón y los ayuntamientos de Borriana, Almassora y Vila-real, ha recibido en los últimos meses varias quejas de propietarios de fincas agrarias por los destrozos de los jabalíes. Hasta ahora algunas de las cifras indicadas sobre la cantidad de jabalíes en el Mijares eran aproximadas. La empresa encargada de realizar la estimación de la población mediante esta tecnología termo gráfica apunta 22 ejemplares.
Foto: Sus scrofa, Lodz, Poland
El campo de vuelo
La zona de estudio se ha delimitado entre el tramo final del Mijares y los términos de Almassora y Borriana que tocan el río. Para identificar la especie y estimar la población se ha utilizado la teledetección con sensores térmicos aerotransportados. Concretamente se ha usado una cámara termo gráfica de alta velocidad con la que se han obtenido imágenes radiométricas georeferenciadas. Los vuelos han cubierto una superficie de unas 350 hectáreas y han obtenido más de 6000 fotografías.
Foto: Abel Campos
Volar de noche
Los drones al servicio de la naturaleza están revelándose como una extraordinaria técnica a la hora de resolver problemas con la fauna como los protagonizados por los jabalíes del Mijares. Ahora falta que la nueva ley que regulará dentro de poco tiempo esta tecnología permita vuelos de noche para descubrir plenamente la actividad de la fauna que está activa durante las horas nocturnas. De momento los drones solo pueden volar durante las horas de luz.