La guardería rural del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares ha contabilizado hasta 18 aguiluchos laguneros occidentales (Circus aeruginosus) en el tramo bajo del curso fluvial. Las rapaces formadas por machos adultos y hembras adultas y animales jóvenes se observaron entre las siete y media y las ocho de la tarde. Las aves se encontraban en proceso de formar un dormidero muy cerca de la desembocadura, concretamente en el tramo fluvial comprendido entre el Paso de la Cosa y la gola sur. Un espacio que durante todo el verano ha disfrutado de agua y ha permitido la presencia de numerosas especies de aves acuáticas y otras rapaces además de los aguiluchos laguneros. La visita de las aves demuestra un otoño más la importancia del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares como lugar de descanso y alimentación de numerosas especies durante la migración postnupcial.

Una rapaz en proceso de recuperación

Los aguiluchos laguneros son rapaces residentes en la Península Ibérica. Durante la migración de finales del verano y otoño la península también recibe una gran cantidad de aves migrantes provenientes de Centroeuropa, el norte de Europa y de países nórdicos como Noruega, Suecia y Finlandia. Se trata de animales que llegan a muchas zonas húmedas españolas para pasar el invierno. Hay que apuntar que otra parte importante de estos ejemplares decide continuar su ruta migratoria y cruzar el estrecho de Gibraltar para llegar al continente africano. Las dos zonas de invernada más importantes y localizadas relativamente cerca del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares son el delta del Ebro, en Cataluña y la Albufera de Valencia. Durante los meses de invierno, los humedales y los marjales se convierten al atardecer en dormideros multitudinarios donde concurren decenas de ejemplares para pasar juntos la noche. Los aguiluchos laguneros se encuentran en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, según la Sociedad Española de Ornitología, SEO-Birdlife. En la actualidad la población española se encuentra en proceso de recuperación aunque sigue muy lejos del número de parejas que habitan otros países europeos.

La desembocadura del Mijares con agua proporciona una extraordinaria biodiversidad

No es la primera vez que el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, gestionado por los ayuntamientos de Burriana, Almassora, Vila-real, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana, recibe la visita de estas rapaces pero sí es una de las pocas ocasiones que la especie llega con un número tan importante de individuos. Este verano los 14 kilómetros de Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, desde el puente de la autovía CV-10 hasta el Mediterráneo, ha llevado agua desde que la Confederación Hidrográfica del Júcar decidiera soltar agua de los embalses de Arenós y Sitjar como medida de prevención de inundaciones o avenidas de agua. De hecho el curso fluvial del Mijares con el caudal ecológico alcanzado por esta circunstancia sobrevenida se ha convertido en un lugar de gran biodiversidad para la fauna y no sólo para las aves acuáticas, las rapaces o los paseriformes, sino también para las nutrias. De hecho la Guardería rural del Consorcio río Mijares ha encontrado recientemente rastros frescos de nutria en dos lugares diferentes y distantes del Paisaje, una circunstancia que los hace sospechar de la presencia de más de un individuo. El otoño pasado el Grupo de Estudio y Protección de las Rapaces (GER-Ecologistas en Acción) contabilizó en un solo día de censo, concretamente en la zona baja de la desembocadura del río Mijares, en la gola sur, entre las poblaciones de Burriana y Almassora hasta 4 especies diferentes de rapaces: dos ejemplares de aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), concretamente un macho y un individuo joven, 2 ejemplares de ratonero (Buteo buteo), 4 cernícalos comunes (Falco tinnunculus) y 5 águilas calzadas (Hieraaetus pennatus).