Alrededor del gigante
La estrecha franja costera valenciana está protegida por un largo zigzag de cordilleras que nos salvaguardan de ponente. Es cierto que tenemos montañas a patadas pero existe una diferente, impresionante, querida y admirada: Peñagolosa. Al pie de este macizo mágico se pueden hacer multitud de rutas pero existe una imprescindible para conocer de cerca la cara y el humor del gigante de piedra. Nos referimos a la ruta circular que le da la vuelta al techo de Castellón.
El macizo del Peñagolosa es el confín de dos realidades tan próximas en la distancia como lejanas en su idiosincrasia. Separa el cálido territorio de la llanura de Castellón de las tierras altas, frías y rudas de la provincia de Teruel. Peñagolosa acoge un mosaico de parajes que son más comunes en otras zonas norteñas de Europa. A la sombra de la montaña encontramos lugares sombríos donde crece una vegetación muy rara y escasa en las comarcas valencianas cómo son los acebos (Ilex aquifolim) o los tejos (Taxus baccata).
El escritor inglés Jason Webster en su novela 'La montaña mágica' escribe sobre la toponimia de Peñagolosa en estos términos: 'Se dice que la montaña fue consagrada en primer lugar al dios celta de la luz y del sol, Lug o Lugus. Peñagolosa debería llamarse algo así como Penyalugosa, el Monte de Lug, pero las consonantes se alteraron'.
Un panorama sorprendente y sobrecogedor
Hoy en día Peñagolosa es el destino preferido de miles de montañeros y excursionistas valencianos que gustan de conquistar sus 1.813 metros de altitud sobre el nivel del mar para deleitarse con un panorama sorprendente y sobrecogedor: la llanura de Castellón, el mar Mediterráneo, las islas Columbretes, las islas de Mallorca e Ibiza, la llanura de Valencia, el norte de la provincia de Alicante y las montañas más altas de Teruel.
Peñagolosa no es el punto más alto del País Valenciano. El récord geográfico se lo lleva la cima del Calderón o Alto de las Barracas, como lo denominan los vecinos de la comarca del Rincón de Ademuz. Esta montaña tiene 1.837 metros, 24 más que Peñagolosa. Pero entre las dos cumbres hay una diferencia: Peñagolosa tiene el molde de una montaña verdadera, con su pico y sus vertientes muy inclinadas, mientras que el Calderón parece más un enorme cerro redondeado. Sea como fuere el Calderón y el Peñagolosa atesoran dos de los paisajes más bonitos y sorprendentes, no sólo del territorio valenciano sino también de España.
El macizo de los caminos y de los paisajes
Peñagolosa es el macizo de los caminos y de los paisajes. A su sombra encontraremos decenas de itinerarios. SamarucDigital os aconseja uno bastante fácil e inolvidable que le da la vuelta entera a la montaña.
Peñagolosa es la montaña de los valencianos por excelencia. Un hito, un emblema y un símbolo de nuestro montañismo. Por si algún lector del SamarucDigital todavía no la conoce, os dejamos con la canción de :
"Peñagolosa, gigante de piedra,
tu cabeza llena de nieve,
Peñagolosa, Peñagolosa,
en la tormenta, el sol y el viento:
hito bandera del pueblo mío.”