25 millones de aves mueren ilegalmente cada año en la región Mediterránea, según denuncia también gracias a la información recogida en diferentes programas de seguimiento de las poblaciones de aves comunes en primavera. Es el caso de un proyecto de ciencia ciudadana que ha permitido obtener información inédita hasta ahora en España y que puede determinar, gracias a estos 20 años de funcionamiento, el conocimiento del estado de conservación de casi todas nuestras especies de aves.

Las aves son excelentes indicadores del estado de la biodiversidad, no sólo porque las tendencias de sus poblaciones integran muchos factores ecológicos sino también porque están presentes en todos los hábitats.

Ciencia ciudadana

Actualmente participan cerca de 1.000 voluntarios en este programa de seguimiento, de los cuales un centenar lo hacen desde el País Valencià. Los puntos de escucha que fijan los voluntarios no sólo se centran en espacios naturales, sino también en ambientes urbanos y agrícolas, donde la mano del hombre ha dejado una clara huella. Los datos obtenidos son la base de diferentes estudios reveladores, como la influencia del cambio climático o la gestión de las políticas agrarias.

Aficionados a la ornitología

Para participar en estos programas de seguimiento no es necesario ser un gran experto. El proyecto SACRE trata de conocer las aves comunes reproductoras, tales como golondrinas, vencejos, gorriones o mirlos. En el caso del Atlas, es posible participar enviando sólo datos de reproducción segura, como es la localización de los nidos.

El proyecto tiene el objetivo de actualizar el conocimiento de la presencia como reproductoras de algunas especies de aves, las relaciones con el hábitat y de su distribución en este espacio, así como comparar con los resultados obtenidos con la misma metodología 15 años atrás.